El salvaje crimen de Bárbara Galleguillo
arrancó con los dos imputado echándose la culpa mutuamente, lo que
indudablemente los dejó mal parados porque ambos están mintiendo. Cabe recordar
que la declaración de los imputados no tiene ninguna carga legal, incluso,
hasta pueden mentir.
La primera en hablar fue Dayana Raquel
Vargas. Llorando, dijo que fue su ex pareja, Rubén Darío Corzo, quien disparó
los cuatro balazos contra Galleguillo. Luego dijo le pegó trompadas en la cara
cuando ella le preguntó qué había hecho. Y dijo que le disparó a ella también,
impactándole el disparo en la zona lumbar.
La segunda declaración fue la de Rubén
Darío Corzo, quien no escuchó la declaración de su ex pareja porque lo hicieron
salir del juicio para que no escuchara el relato. Lo mismo pasó con Dayana
Vargas.
A su turno, Corzo le echó la culpa del
homicidio de Bárbara Galleguillo a su hermano, quien luego se suicidó: "Yo
escuché cuatro tiros: vino mi hermano Jonathan Gabriel y me dijo
; y afuera estaban la Dayana con la Galleguillo
en el piso; buscaron una toalla y se la pusieron en la panza. Yo me fui con mi
hermano al río. Ahí le pedí el arma y le dijo
. Después mi hermano la tiró en la ruta. Mi hermano se mató; decía que
la finada lo asustaba”.
Con esas contradicciones arrancó la primera
audiencia en la Sala Primera de la Cámara Penal, en un juicio unipersonal que
preside Silvia Peña Sansó de Ruiz. El fiscal de cámara Gustavo Manini no dejó
pasar las contradicciones y preguntó con dureza a los dos imputados.
El fiscal Manini le hizo exhibir el arma y
Corzo la reconoció. Se trata de una pistola 11.25 color negra.