Teresa Gómez es oriunda de Angaco, integra el grupo MTB San Martín – Angaco y es una fuerte defensora del deporte, la actividad al aire libre y el ciclismo. Sus inicios con la bicicleta fueron de manera inesperada, encontrando en el rodado la tranquilidad, paz mental y armonía que necesitaba para disfrutar de sus días.
Recuerda que hace unos días años sumó a la bicicleta a su vida, por recomendación médica. “Tuve estrés con fobia y el médico me indicó hacer natación, bicicleta o caminar. Es lo único que me iba a sacar de eso. Natación no era una opción, porque vivo en Angaco y tenía que trasladarme a Capital. Por eso comencé con la bicicleta. Mi hermano Cristian anda en bici, y con las cositas que le sobraban cuando la arreglaba, me armo una bici a mí, solo compramos un cuadro y empecé a andar. Me acuerdo que andaba dos kilómetros y no podía más. Hoy en día por ahí nos vamos a lugares, hacemos 100 kilómetros y lo hacemos como si nada”, comenta entre risas.
Así fue que de a poco fue incorporando la bicicleta en su vida. Si bien siempre había estado, ya que en un momento la usaba como medio de transporte, subirse al rodado simplemente para pasear y despejar la mente le permitió tomar contacto con un mundo nuevo, un mundo que necesitaba.
De pasear a las competencias no pasó mucho tiempo. Una de las integrantes del grupo de mujeres con las que solía salir a andar en bicicleta en su departamento le recomendó las carreras. Veía en ella un potencial que ni la propia Teresa creía tener.
La primera carrera fue un éxito, y despertó en ella el gustito por la bicicleta y la competencia. Comenzó a participar en otras carreras y casi sin darse cuenta se encontró integrando el grupo “MTB San Martín – Angaco”, que nació hace unos tres años. “Vamos creciendo de a poco, somos un grupo de 4 personas y le ponemos todas las ganas. Soy la cara visible porque soy quien busca los sponsors”, comentó.
Para Teresa la bicicleta es un verdadero cable a tierra. La ayudó a salir adelante en sus dificultades, le permite conocer gente, hacer amistades, mantenerse activa y con desafíos por delante, siempre al lado de su compañera de dos ruedas. “Se lo recomiendo a todos, más allá que tengan esa adrenalina por competir. Aunque sea que lo hagan por hobbie, porque ayuda mucho a despejar un poco la cabeza”, finalizó.