Desde que tiene memoria, Stella Maris Herrerías se dedica al trenzado con hojas de parra, una manualidad que aprendió de familia, de la mano de sus tíos. Con el paso de los años, sus manualidades comenzaron a tomar forma y así nació el emprendimiento que hoy en día mantiene con mucha honra, esfuerzo y dedicación.
Stella Maris es oriunda de Médano de Oro, Rawson, de una zona donde la parra abunda. Donde la gente ve mugre y desperdicio, ella ve una materia prima ideal para darle vida a sus creaciones. “Las trenzas de palma las hago desde chica. Solo trenzaba y las vendía. Ya de grande, casada, compramos una máquina coser de las antiguas para poder coser las palmas y hace 15 años me dedico a las artesanías con hojas de palma. Es algo que me encanta”, dice la orgullosa creadora de “Trenzando Sueños”, el emprendimiento que mantiene con mucho esfuerzo.
En San Juan son pocas las personas que trabajan la palma para hacer artesanías, por lo que Stella no solo se dedica a hacer sus creaciones, sino que también disfruta de compartir lo que sabe con quienes muestran interés en la manualidad. Incluso comenta que personas de Albardón y Rivadavia han llegado hasta su casa para aprender a trenzar con palma e incluso le llevan hojas de regalo.
“Me gusta que la gente aprenda, porque es algo económico de hacer. Hoja de palma hay en todos lados. Se corta, se seca, se le da un uso y salen cosas hermosas. Hay mucha gente que no sabe, y cuando estoy en ferias, en exposiciones, me preguntan porque desconocen la palma, la confunden con la totora, y me gusta compartir”, detalló Stella Maris.
Madre de dos hijas y trabajadora de la tierra junto con su marido, Stella encuentra en su emprendimiento un refugio donde poner en valor una herencia familiar, con la esperanza que cada vez sean más las personas que se interesen por el uso de la parra y sus múltiples funcionalidades, donde pueden salir creaciones maravillosas, como canastos o sombreros.