Cada vez queda menos para el certamen “Nuevos Valores” Pre Cosquín 2025 que se llevará a cabo en Córdoba del 4 al 19 de enero. En la previa, repasamos la vida y obra de quienes conforman la delegación de San Juan. Cómo la perseverancia, la preparación y la pasión por el folclore argentino los marcaron en el camino recorrido hasta formar parte de la delegación que va a representar la provincia en Cosquín. Esta es la historia del mendocino Juan Pablo Bustos.
Sus inicios en la danza se dieron en la vecina provincia de Mendoza cuando tenía 10 años. Lo que comenzó como un juego de niños fue tomando mayor importancia en sus días, siendo una pasión que no tenía freno. Hoy, con 37 años la danza no solo sigue siendo parte de su vida, sino que demás le proporciona alegrías muchas veces impensadas.
Por problemas de tiempo y disponibilidad, las sedes mendocinas para el Pre Cosquín no fueron una opción para Juan Pablo, quien, pese a ese impedimento, sus deseos por participar y buscar un lugar en el certamen cordobés eran más grandes y averiguando las sedes cercanas disponibles, la de San Juan era una buena opción. “Era la última sede que me quedaba como cerca. Fue una hermosa experiencia, sobretodo la organización, el escenario, todo fue muy lindo, acorde a lo que es un Pre Cosquín”, señaló.
Y continuó: “Fue mi primera vez en una sede de San Juan. En Mendoza está la sede de Junín y Godoy Cruz. Acá no me pude presentar por cuestiones de tiempo. En el Pre de San Juan, había mendocinos y de La Rioja también. Esa es la parte más linda, que haya gente de otros lugares. Por lo general te cruzas con quienes te conocen en estos eventos, pero cuando salís a otra provincia te encontrás con otros estilos, aprendés mucho, porque ves cosas nuevas y conoces gente nueva”.
La previa de Juan Pablo antes de llegar a San Juan no solo pasó por el aspecto del movimiento y la danza propiamente dicha, sino también incorporó lo mental y físico, trabajando con psicólogos y preparadores físicos. Mientras, cada ensayo se basó en construir un cuadro que incorporara dinamismo, movimientos que impacten en el público, manteniendo la esencia del malambo, una danza folclórica argentina que por sí sola requiere de energía y fortaleza para ser ejecutada.
Llegar a la provincia implicó hacerle frente a varios desafíos. Ser “los de afuera” y no conocer a la gente de un ambiente que entre ellos se ven en cada festival y peña siendo prácticamente una enorme familia representaba uno de ellos, pero sin duda la meta era resaltar, aprovechar sus minutos al máximo y lograr el ansiado lugar en la delegación. Y lo consiguió en la categoría Solista Malambo Masculino.
“Me entusiasma mucho la oportunidad. Me ha tocado ir por San Luis antes. Creo que ser de Mendoza no debe influir. Se conforma la delegación y todos tiran para el mismo lado. Cada uno tiene su objetivo, y todos van a tirar para el mismo lado con respecto a la delegación. Entregas lo mejor de vos por donde te toque. Vas y dejas la vida”, comentó Juan Pablo.
Entre sus aspiraciones está poder lograr el premio máximo, que es ser elegido para ser parte de alguna de las nueve noches del Festival Nacional de Folclore que se llevará a cabo del 28 de enero al 2 de febrero. Pese a ello, no pierde de vista el disfrutar de la experiencia, de las nuevas amistades que se construirán en Córdoba, de aprender de los colegas con quienes no solo compartirá escenario y camarines, sino también horas de viaje, conversaciones y mate. “Por eso es bueno el acompañamiento de un profesional en el aspecto psicológico, para que te permita disfrutarlo, llevarlo de esa forma, para llegar al momento lo más presente posible y vivir el momento de mejor manera”, reflexionó Juan Pablo Bustos.