En busca de ofrecer herramientas para la reinserción de las personas que permanecen tras las rejas, las autoridades del Servicio Penitenciario de San Juan impulsan capacitaciones laborales para los internos que les permitan adaptarse a la sociedad cuando recuperen la libertad y, en esta oportunidad, la novedad se presenta con los talleres de diseño y confección de alta costura.
De la mano del reconocido diseñador Francisco Zito, acompañado de un grupo de profesionales que colaboran con el proyecto, las clases de diseño de indumentaria comenzaron a ser impartidas en el Penal de Chimbas, con el objetivo principal de enseñar un nuevo oficio y así promover las posibilidades laborales que se puedan ofrecer tras la experiencia presidiaria.
Según detallaron fuentes allegadas al programa que responde a las políticas públicas de protección y respeto de los derechos humanos, que proponen generar un espacio de igualdad entre quienes han sido sentenciados por la comisión de un delito, las clases son teóricas y prácticas. Es por ello que los reos que asisten, hombres y mujeres, no sólo conocen la técnica que supone la confección, sino que se inmiscuyen en el mundo de la moda y el diseño.
Además, acorde explicaron desde el Servicio Penitenciario, los talleres brindan nociones básicas para la organización de un micro emprendimiento, estimulando a aquellos que asisten a replicar el modelo en sus propias realidades.
ZITO 1.jpg
Francisco Zito, el diseñador de renombre al frente del proyecto
Asimismo, el proyecto que tiene previsto una duración de 5 meses está destinado a atender las demandas que atraviesa la población carcelaria, como pro ejemplo la necesidad de generar sus propios ingresos mediante actividades productivas. De esta manera, también pueden colaborar, a pesar de estar encerrados, con sus familias en el exterior.
Para el trabajo final, la idea es realizar un desfile en el que se mostrará todo lo aprendido durante el curso que se brinda una vez por semana. El mismo estará enfocado en dar a conocer prendas de alta costura, según el estilo del aclamado diseñador, Zito. De esta manera, darán vida a una colección inédita hecha por presidiarios.
El grupo que da el presente en las clases está compuesto por 25 personas, es mixto. El mismo hace uso de maquinarias con las que se acondicionó un espacio específico dentro del Penal y recibe el acompañamiento de personal técnico del Servicio, que coordina y ejecuta el programa que representa en muchos casos un salvavidas dentro del contexto en el que están inmersos.
El director del Servicio Penitenciario, Adriel Fernández, se mostró satisfecho con la ejecución del proyecto que propone la transformación de las realidades de aquellos que quizás antes no tuvieron la posibilidad de interactuar en ese ámbito.
"Zito conoce a personal que trabaja en la sede provincial del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y se ofreció a venir a dar una charla motivacional", contó Fernández sobre el origen del proyecto. Al mismo tiempo, destacó: "Le gustó mucho el grupo y se ofreció para venir a enseñar el oficio que él ejerce hace décadas. Llevamos 4 meses y él viene dos o tres mañanas semanales".