A casi una semana del violento ataque en el barrio La Estación, el policía sanjuanino Gabriel Riveros rompió el silencio. El uniformado -que permanece pasivo en la Fuerza y continúa su recuperación- relató cómo fue el episodio en Rawson en el que recibió tres disparos y lanzó una dura crítica al sistema judicial que, según él, “no rehabilita a los menores que delinquen”.
“Ellos están en una posición de que no hay solución para los menores ni para los padres. El sistema no los rehabilita y al poco tiempo de que son internados en el Nazario Benavidez, se escapan”, expresó Riveros, en diálogo con Radio Sarmiento, visiblemente afectado por lo vivido.
El oficial ayudante de la Policía de San Juan, Héctor Gabriel Riveros Alday, habló por primera vez desde el hospital donde permanece internado y dio detalles del episodio que vivió junto a su pareja -también policía- el martes pasado en el barrio La Estación.
Según su relato, esa noche circulaban en moto por calle Dr. Ortega cuando, al detenerse en el semáforo de Frías, fueron abordados por dos jóvenes que intentaron robar la cartera de su novia. “Los visualizo por el retrovisor y los persigo porque, como funcionario policial, estaba acostumbrado a eso. Cuando entramos al barrio La Estación, ingresaron a un domicilio y allí nos arrojaron piedras”, contó.
Riveros aseguró que uno de los agresores esgrimió una escopeta tumbera y los apuntaba, mientras vecinos del lugar gritaban. En ese contexto, dijo haber intentado calmar la situación hablando con la madre del adolescente, pero momentos después todo se descontroló.
“La señora estaba en una crisis de llanto y el menor empuñó un arma. Yo, como cristiano, le hablé, pero después veo que se abalanza y el primer disparo se lo apuntó a mi novia. Yo recibí el resto”, relató. “La señora estaba en una crisis de llanto y el menor empuñó un arma. Yo, como cristiano, le hablé, pero después veo que se abalanza y el primer disparo se lo apuntó a mi novia. Yo recibí el resto”, relató.
El uniformado fue alcanzado por tres proyectiles: dos en el pecho y uno en la mano. Actualmente tiene alojadas las balas cerca del corazón y está a la espera de una cirugía. Si bien su estado es estable, aún padece fuertes dolores y deberá realizar rehabilitación para recuperar la movilidad de su mano, afectada por fracturas y esquirlas.
Durante la entrevista radial, Riveros también afirmó que no conocía al joven que le disparó. “Es la primera vez que lo veía, no lo conocía, es más, ahora no recuerdo su rostro”, explicó. Sin embargo, fue tajante al opinar sobre la responsabilidad penal de los menores: “Yo creo que sí saben. Ellos saben cuándo salir a robar. No lo hacen cuando está de turno el juez Jorge Toro y cuando está la jueza Camus, sí. Lo hacen porque es más liviano el castigo y, por palabras de ellos, ‘nos da un sermón y listo’. Lo digo con experiencia y en base a lo que escuchamos de los menores”.
El efectivo fue más allá y cuestionó la falta de resultados del sistema penal juvenil: “Mi causa va a terminar como todas las causas, quedan en nada. Tienen que tomar otras medidas con estos chicos, que los manden a una entidad militar un mes; que entiendan lo que es dormir, tener un plato de comida y el valor de la familia”.
El agresor, un adolescente de 16 años con antecedentes de consumo problemático, se encuentra a disposición de la jueza de Menores Julia Camus. En tanto, su presunto cómplice, de 15 años, fue detenido en el mismo barrio días después del ataque.