En su novena edición, el Latam Economic Forum congregó a destacados exponentes bajo el lema "Dónde estamos, hacia dónde vamos", destacando la participación de Javier Milei como uno de sus oradores principales.
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SUSCRIBITEEn su novena edición, el Latam Economic Forum congregó a destacados exponentes bajo el lema "Dónde estamos, hacia dónde vamos", destacando la participación de Javier Milei como uno de sus oradores principales.
Con gran anticipación, el candidato a la presidencia por La Libertad Avanza comenzó su disertación abordando un tema que ha estado en el centro de su agenda desde su postulación: "Hoy hablaré de lo que comúnmente se conoce como dolarización, aunque llevo siete años hablando de la competencia de monedas", afirmó.
Visiblemente molesto, Milei aclaró que lo que denominan "dolarización" en realidad implica la eliminación del Banco Central: "En el fondo, lo que llaman dolarización no es otra cosa que la abolición del Banco Central".
Minutos después de esta introducción, el líder libertario arremetió contra el Estado y la clase política, declarando que "la inflación es un delito" y mostrando incredulidad ante la aceptación de este "robo inflacionario" por parte de algunas empresas del sector privado.
Luego de repasar la historia económica y política de Argentina, Milei presentó su propuesta para dolarizar la economía, subrayando que esta medida es el antídoto contra la hiperinflación. En relación al tipo de cambio, Milei aseguró: "Soy un defensor del sistema de precios, por lo tanto, el tipo de cambio se determinará en el mercado; hoy sería de 730 pesos". Continuó advirtiendo contra aquellos que, en su opinión, manipulan el tipo de cambio de manera irracional.
El candidato de La Libertad Avanza también dirigió su atención hacia el Banco Central de la República Argentina (BCRA), acusándolo de falsificar billetes para adquirir activos, argumentando que esto ocurre debido al curso forzoso de la moneda. En este punto, cuestionó la igualdad ante la ley y se preguntó por qué el Estado tiene el privilegio de emitir dinero mientras que el sector privado no lo puede hacer.
Milei concluyó su discurso afirmando su apoyo a la eliminación del Banco Central, al que calificó como una institución que solo causa daño. Argumentó que la cantidad de dinero en circulación debería ser determinada por los individuos y no por los políticos, ya que estos últimos no pueden conocer las preferencias de cada ciudadano en relación con los bienes presentes y futuros.
En un tono enérgico, Milei enfatizó que los políticos no son seres omniscientes, omnipresentes ni omnipotentes, y los acusó de arrogarse un poder divino. Concluyó su intervención reforzando su crítica hacia la clase política, afirmando que ni siquiera alcanzan el estatus de seres humanos normales.