Javier Milei, en tren de criticar al economista liberal Roberto Cachanosky, disparó: “Entonces ese mismo boludito lo que empezó a hacer es decir la batalla cultural, la batalla cultural. A ver pedazo de mogólico, imbécil, tarado. La batalla cultural tampoco se puede dar, porque hay algo llamado censura".
Insatisfecho aún con la calificación, prosiguió: "Les recuerdo que hasta hace poco las reuniones de liberales se hacían en un ascensor y sobraba espacio. Entonces uno después tiene que escuchar al pelotudo, dinosaurio envidioso y resentido, con síndrome de Procusto, decir cómo son o no las formas... ¿Por qué no te vas a la concha de tu madre? Si cuando tuviste todo el aparato a favor, en vez de hacer crecer el liberalismo, lo convertiste en una vergüenza, hijo de puta".
MILEI DIJO "MOGÓLICO" Y DESATÓ EL ESCÁNDALO: ASEGURAN QUE AHORA SE HACE EL "CORRECTO" PERO NO LO ES
Tras sus dichos, desde distintos sectores sociales y políticos se levantaron las voces de repudio. El candidato presidencial por Unión por la Patria, Sergio Massa, señaló: "En las últimas horas escuchamos en la idea de la descalificación y la discriminación a algún candidato plantear como peyorativo y descalificación el 'mogólico'". Y agregó: "Quiero transmitir nuestra solidaridad con la gente y el equipo de ASDRA, que hace un trabajo fenomenal. Creemos en una sociedad que incluye, que no descalifica, que no discrimina”.
También manifestó su condena a las palabras de Milei la " Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA), que manifestó “su profundo rechazo al uso de la palabra mogólico como insulto por parte del candidato a presidente por La Libertad Avanza Javier Milei".
Rosa Scioti, miembro de la asociación, recalcó: “El 19 de marzo de 2010 ASDRA lanzó una campaña en contra de usar el término mogólico como insulto. Eso sirvió para generar conciencia de que ésta palabra separa lo normal y lo anormal, colocando a la persona con síndrome de Down en un lugar de falta de inteligencia. La expresión es peyorativa y está en sintonía con momentos históricos en los que las personas con síndrome de Down estaban relegadas a la casa y eran consideradas incapaces de desarrollarse".
"Que se use esa expresión hoy en día nos da la pausa de que aún no se formó la nueva conciencia sobre lo que son las personas con síndrome de Down", analizó.