Uno de los insectos más molestos y desagradables que pueden ingresar al hogar son las cucarachas. Pues son catalogadas como plagas debido al peligro que representan para la salud de las personas al igual que una señal de mala higiene. Si bien existen productos procesados que los pueden eliminar al instante, existe una opción amigable que sólo requiere de unos productos domésticos conocidos, como el aceite esencial de orégano.
Las cucarachas invaden aquellas casas que muestran espacios ideales para su reproducción, además de hallar comida disponible. Lo cierto es que esta plaga hace su aparición en lugares donde la suciedad y la falta de higiene son abundantes. Por esta razón, es momento de poner a prueba ciertos aromas frescos y deliciosos dentro del hogar, como el orégano, que para estos insectos representan una amenaza natural.
¿Cómo se prepara este insecticida casero contra las cucarachas?
Con un tamaño diminuto y de color oscuro, las cucarachas son seres que viven gran parte de su tiempo en lugares oscuros y repletos de suciedad, tales como las alcantarillas o desagües. En ese sentido, en su cuerpo y patas transportan amenazas virales que originan enfermedades peligrosas, tales como el cólera, la hepatitis y la fiebre amarilla. Ahuyentarlos fuera del hogar puede parecer complejo, pero gracias a un insecticida casero, hecho a base del aceite esencial del orégano, será cosa del pasado.
Su preferencia por lugares húmedos y cálidos mueven a las cucarachas a lugares que los combinen en un sólo lugar, como lo es el baño del hogar. Quienes padecen de esta situación, prefieren deshacerse de ellas con insecticidas o venenos procesados que ponen en riesgo la integridad de los más pequeños. Para evitar ambos problemas, lo mejor será preparar una fórmula aromática que los espanta de forma amigable, todo gracias al orégano y al vinagre.
Ingredientes:
- 500 ml de vinagre
- 2 cucharadas de aceite esencial de orégano
- 1 litro de agua
Para preparar este insecticida natural para las cucarachas, comenzamos por mezclar el vinagre y el aceite esencial de orégano dentro de un recipiente. Una vez que ambos ingredientes estén bien integrados, lo vertemos dentro de un envase atomizador y nuevamente lo agitamos para asegurar su mezcla correcta. Para finalizar, esparcimos la fórmula en aquellas zonas donde más aparecen dentro del hogar, como en agujeros y puertas o ventanas.