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SUSCRIBITEEl Sumo Pontífice habló en su primer Regina Coeli (que reemplaza al Ángelus durante el tiempo pascual) para todos los presentes en la Plaza de San Pedro.
León XIV alzó su voz por la paz y la esperanza en su primer Regina Coeli como Papa, ante una Plaza de San Pedro colmada de fieles y peregrinos. Con un mensaje directo a los jóvenes, un clamor por el fin de las guerras y un saludo especial a las madres en su día, el sucesor número 267 de Pedro marcó el inicio de su pontificado con un tono firme, compasivo y profundamente pastoral.
Desde el balcón central de la Basílica Vaticana —el mismo donde fue presentado al mundo el pasado 8 de mayo tras su elección—, León XIV inició su reflexión recordando una fecha significativa: el fin de la Segunda Guerra Mundial, hace exactamente 80 años. “Hacer memoria de la historia para no olvidar el drama que se cierne sobre el mundo”, dijo, evocando los 60 millones de víctimas del mayor conflicto bélico del siglo XX.
Con tono grave y sereno, advirtió sobre “el dramático escenario actual de una tercera guerra mundial en vilo”, retomando las palabras del Papa Francisco. “Yo también me dirijo a los grandes del mundo, repitiendo el llamamiento siempre actual: ‘¡Nunca más la guerra!’”, clamó ante el aplauso emocionado de miles.
El nuevo Pontífice centró buena parte de su mensaje en los conflictos actuales que desgarran a la humanidad. “Llevo en el corazón el sufrimiento del amado pueblo ucraniano”, expresó, haciendo un llamado a una paz “verdadera, justa y duradera” para Ucrania, así como la liberación de prisioneros y el regreso de los niños a sus hogares.
También se refirió a la tragedia en la Franja de Gaza: “¡Cese el fuego inmediatamente! Que se proporcione ayuda humanitaria a la agotada población civil y que se libere a todos los rehenes”, reclamó con firmeza.
León XIV celebró, en contraste, el reciente anuncio del alto al fuego entre India y Pakistán, calificándolo como “una señal de esperanza” y pidió que las futuras negociaciones den fruto en un acuerdo estable.
Con la mirada puesta en todo el planeta, no dejó de mencionar los numerosos conflictos que aún persisten: “Confío esta sentida súplica a la Reina de la Paz, para que la presente al Señor Jesús y nos obtenga el milagro de la paz”.
Palabras a los jóvenes: “No tengáis miedo”
En el marco de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Papa dirigió un mensaje especial a los jóvenes: “No tengáis miedo, aceptad la invitación de la Iglesia y de Cristo Señor”. Subrayó la importancia de las comunidades que sepan acoger, escuchar y animar a los jóvenes en su camino vocacional. “La Iglesia los necesita”, exclamó, alentando a cultivar modelos creíbles de entrega y servicio.
Este domingo se celebró también el Jubileo de las Bandas Musicales y los Espectáculos Populares. Decenas de agrupaciones musicales participaron con entusiasmo, a quienes León XIV agradeció por “alegrar la fiesta de Cristo, el Buen Pastor”.
Finalmente, y en el marco del Día de la Madre —celebrado en más de 90 países este tercer domingo de mayo—, el Pontífice dedicó un tierno saludo: “Envío un afectuoso saludo a todas las madres, con una oración por ellas y por las que ya están en el Cielo. ¡Feliz Día de la Madre a todas!”
La jornada, marcada por un clima de emoción, esperanza y fraternidad, dejó una clara señal del tono pastoral que León XIV busca imprimir en su pontificado. Cercanía con los pueblos, sensibilidad ante el sufrimiento y un llamado persistente a la paz: tres pilares que marcaron su primera aparición pública dominical ante el mundo.
Fuente: Vatican News