miércoles 17 de septiembre 2025

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a Tiempo de San Juan. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE
PERSONAJE

Las anécdotas que convirtieron al “Indio” en el amigo de los estudiantes

Se trata de Juan Ríos, el dueño del tradicional bufet “Frente a la Facultad”. El hombre que supo ganarse el cariño de los estudiantes de Sociales por varias generaciones.

Por Redacción Tiempo de San Juan
El fallecimiento del kiosquero  Juan Ríos, más conocido por todos como el "Indio”, golpeó fuerte a la comunidad educativa de la Facultad de Ciencias Sociales, ubicada sobre Av. Ignacio de la Roza y Meglioli, en Rivadavia.

Es el hombre que supo ganarse el cariño de miles de estudiantes, con su bufet  llamado "Frente a la Facultad”, un local con 50 años de antigüedad. Con su fallecimiento la semana pasada, el bufet y la UNSJ perdió a uno de sus personajes más entrañables.  Unos meses antes de la partida del "Indio”, ya había fallecido su padre Pedro Ríos, fundador del negocio.

Para los alumnos que cursan su carrera universitaria en alguna de las facultades del CUIM (Complejo Universitario Islas Malvinas)  ya no será lo mismo ir a tomar una coca o una cerveza en la esquina de Ignacio de la Roza y Meglioli. Es que ese morocho de grandes proporciones que los recibía siempre con una sonrisa y con la mesa lista en la vereda ya no va a estar.

Tiempo de San Juan recabó alunas de las historias más significativas que mejor pintan al personaje del "Indio” Ríos y su bufet.
 
EL PRIMERO EN ABRIR, EL ÚLTIMO EN CERRAR

Cerca de las 6.30 de la mañana las puertas de "Frente a la Facultad” ya estaban abiertas. 

El "Indio” siempre era el primero en abrir y esperaba a los alumnos con sus clásicas semitas calientes. A veces un té o un café con leche antes de entrar a cursar por todo el día eran salvadores y en los días de frío el "Indio” habilitaba un pequeño sector adentro del local para que los estudiantes se pudiesen sentar a desayunar. 

Así, y de corrido, trabajaba el bufet hasta las diez de la noche, cuando entraba el otro turno de clientes del "Indio”, esos que se iban a tomar una cerveza para relajar después de un día complicado. El negocio nunca tuvo nada que ver con la UNSJ pero los estudiantes lo preferían antes que al bufet que estaba adentro de la facultad y que inclusive, les quedaba más cerca. 
EL RITUAL DE LA CERVEZA DESPUÉS DE RENDIR

Rendir un final o un parcial es siempre una situación estresante. Por eso nunca podía faltar, para salir a festejar una buena nota o para olvidar un fracaso, la cerveza en el kiosco del "Indio”. 

Lo curioso es que nunca importaba si eran las 11 de la mañana, las 6 de la tarde o las 10 de la noche, siempre había alumnos tomando una cerveza en el "Indio” y, a veces, al lado de otro que recién estaba desayunando para arrancar el día. 

Era esa "birra” que siempre estaba "al palo” y a veces las mesas que se armaban en la vereda eran de un curso completo de 30 personas festejando después de haber rendido. Todo, siempre, gracias a la buena voluntad del "Indio” que los hacía entrar a todos como fuera. 

LAS CLASES DE CONSULTA EN LO DEL "INDIO”

El bufet que Juan Ríos atendía junto a su padre era, en muchas ocasiones, el elegido por algunos alumnos adscriptos para dar clases de consulta. Tempranito, en una mesa adentro del local, el adscripto esperaba a los estudiantes más nuevos para ayudarlos con alguna materia difícil. 

Muchos elegían el bufet del "Indio” porque no siempre era necesario consumir algo. Es que él siempre te prestaba una mesita para estudiar y tomar clases de consulta porque conocía a los clientes y sabía que iban a volver a comprar en algún momento del día. 

EL QUE ROMPE PAGA

No todo era joda en el bufet de Juan Ríos y a pesar de la buena onda con los alumnos, tenía una regla para mantenerlos controlados cuando ya se habían tomado un par de cervezas de más: el que rompe paga. El estudiante que rompía un vaso en lo del "Indio” tenía que pagarlo y los precios iban de los 10$ a los $20 dependiendo del tamaño del recipiente. 

El "Indio” se acercaba al alumno que tiró el vaso al piso, barría los vidrios, porque lo más importante siempre era evitar heridos, y después le decía  al responsable "ese vaso son 20 pesitos”. Todo lo hacía con una sonrisa y los alumnos lo respetaban, por eso nadie se negaba a hacerse cargo del "accidente”. 

LA PELEA DE LAS AGRUPACIONES PARA PONERLE SU CAMISETA AL  INDIO  

Todos los años la gran pelea de las agrupaciones políticas universitarias era ver qué camiseta se ponía el "Indio”. 
Cuando se acercaban las elecciones para Centro de Estudiantes, a principios de junio, el kiosco del "Indio” era el campo de batalla de una veintena de militantes que trataban de convencerlo de que atendiera el negocio con la remera de su agrupación puesta. El kiosquero recibía todo de buena gana, pero al final siempre se ponía la que más le gustaba a él, sin importar ideología política, desatando una pelea eterna entre los militantes que trataban de llevarlo para su bando. 
LA PREGUNTA INCÓMODA "¿Y VOS CUÁNDO TE RECIBIS?”

Juan Ríos nunca se olvidaba de los alumnos y cuando veía alguno que llevaba un par de años yendo al bufet sin terminar la carrera lanzaba la pregunta que nadie quería escuchar "¿Y vos cuándo te recibís?”. 

Del mismo modo se acordaba de los que rendían y para encararlos  a la salida y preguntarles cómo les había ido. El entrañable kiosquero no diferenciaba carreras, ni sabía los nombres de sus clientes pero siempre se acercaba a la mesa y preguntaba quién había aprobado y quién no. 

UNA COQUITA GRATIS PARA EL CUMPLEAÑERO 

Los cumpleañeros y los que se recibían siempre tuvieron un trato especial en el kiosco del "Indio”. Hubo algunos alumnos que hasta se animaron a pedirle una cerveza o una gaseosa gratis por ser su cumpleaños o haber terminado la carrera y sin dudarlo el kiosquero traía una bebida para celebrar. Siempre bajo la aclaración "que no se les haga costumbre, es hoy nada más”. 

Del negocio de los Ríos vivía toda su familia y tras la muerte del "Indio” y de su padre Pedro, la pregunta de los alumnos es quién atenderá el bufet de los estudiantes. 
Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Las Más Leídas

Un decreto de monseñor Lozano generó controversia con sectores conservadores de la Iglesia
Chimbas: violó una perimetral, entró a la casa de su ex a la fuerza e intentó quitarse la vida
San Juan superaría los 30° y pronostican vientos Zonda y Sur: para cuándo
El frente del colegio religioso da a la calle Vidart, en la misma Villa Aberastain.
Imagen ilustrativa

Te Puede Interesar