El fundador de la emblemática bodega Senetiner y creador de la marca Viniterra, Adriano Senetiner, falleció esta mañana a la edad de 88 años. El empresario, reconocido entre los más influyentes de la industria vitivinícola cuyana, tenía fuertes lazos con San Juan: estaba casado con la sanjuanina Cecilia Zunino, productora orgánica de hierbas aromáticas en la localidad de Barreal, donde además timoneaba junto a su pareja la famosa Posada de mi Campo.
Mendocino de corazón, provincia adonde se instaló cuando llego al país junto a su familia a los 14 años, es considerado en el mundo vitivinícola uno de los “Caballeros del Vino”. Y vaya las paradojas de la vida, se despidió de este mundo justo hoy que se celebra el Día del Vino Bebida Nacional.
Senetiner presidió el Centro de Bodegueros de Mendoza, en dos períodos: 1976-83 y 1989-92. El primer vino que hizo fue en Maipú en 1958 y su última creación fue un vino de lujo, Adriano. "Quise cerrar mi historia en la enología haciendo un vino de lujo. Estoy feliz de hacer este vino en Mendoza: porque es mi segunda patria. Hay un dicho que dice que la patria de uno es aquella en donde se nace, pero también aquella en donde uno entierra a sus seres queridos. Estoy atado a esta tierra", había dicho.
"Ecco qui il mio lavoro". Aquí está mi trabajo. De esa manera cerraba un hermoso texto escrito en la botella de su ultimo vino, según publicó en una de sus últimas entrevistas al diario MDZ.
El empresario siempre estuvo al lado de su compañera de vida, Cecilia Zunino, su hija Milagros y su nieto Theo. Su familia y la industria vitivinícola despide hoy a un hombre que dejó un legado gigante en esa industria, con marcas, empresas, empleo y un semillero de profesionales y amantes del vino que seguirán sus pasos.