La inflación, la sequía, y otras variantes, afectan notablemente las reservas en el Banco Central, claves en el acuerdo del gobierno nacional con el FMI. La caída del valor del peso ante la inflación del 6.6% de febrero y 102.5% en el interanual, obliga al BCRA a subir la tasa de interés para los ahorristas con plazos fijos, que buscan refugio en el dólar.
Los rumores indican que, desde la City, las presiones apuntan a una suba de 500 puntos básicos, 5%, por lo que el retorno del plazo fijo podría estirarse hasta el 80% anual. Con este número, la TEA se iría 117.4%.
Las dilaciones oficiales tienen que ver con que los cálculos menos pesimistas esperaban casi 1 punto menos de inflación que la que finalmente informó el INDEC.
A esto se suma que, posiblemente, el mes que viene deban volver a subir la tasa, ante una inflación que seguirá subiendo, seguramente en torno al 7%.