Según los datos publicados por el INDEC de la última encuesta Permanente de Hogares (EPDH) del primer trimestre del año, la pobreza en Argentina ya alcanza al 54.8% de sus habitantes. En el caso de la pobreza infantil el dato es aún más desesperante: 70%.
El mismo dato, pero de hace un año, marcaba una pobreza del 38.7%. La cantidad de argentinos que son pobres según el informe es de 25.500.000 ciudadanos.
De ese porcentaje de pobres que arrojó le estudio realizado sobre 31 conglomerados urbanos, el 20.3% cayó de la pobreza a la indigencia.
Trimestre contra trimestre, el último del 2023 contra el primero del 2024, la indigencia subió del 13.8% al 20.3%; y la pobreza del 44.9% al 55.8%.
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Del estudio surge que la génesis del brutal aumento de la pobreza está en el empobrecimiento de los trabajadores ocupados en todas las modalidades laborales (registrados y no registrados) y en los que desempeñan por cuenta propia por el rezago de los ingresos de los hogares frente al fuerte incremento de la inflación y de la canasta básica de alimentos. Y por la mala calidad del mayor empleo (asalariados y cuentapropistas informales, sin aportes jubilatorios y también entre los trabajadores registrados).
Profundizando sobre la pobreza infantil, se observa que de poco más de 11 millones de menores de 14 años, 7,7 millones viven en hogares pobres, de los cuales 3,3 millones son indigentes.
Esto significa que entre 7 y 8 de cada 10 de chicos menores de 14 años vive en hogares pobres, mientras 3 de cada 10 pobres son menores de 14 años.
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