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SUSCRIBITELas estadísticas presentadas por el INDEC marcaron un otra derrota de los salarios "en blanco" con respecto al IPC.
Los salarios registrados aumentaron en abril por debajo del 2,8% que aumentó el Indice de Precios al Consumidor (IPC), según un informe publicado hoy por el Indec. Los sueldos del sector privado crecieron un 2,5% y los del sector público un 2,3%, lo que los ubicó en un aumento menor a la inflación.
No obstante, subió por encima de la inflación el índice general que promedia esos dos segmentos junto con los ingresos de los trabajadores no registrados, que crecieron un 7,7%, según el informe. De esa forma, el índice de salarios de abril tuvo un incremento del 3,4% mensual y del 74,3% interanual. En los primeros 4 meses del año, acumuló una suba del 13,8%, frente a un IPC del 11,6%.
Así, los ingresos de los trabajadores formales retrocedieron en términos reales en relación a marzo y dieron un paso atrás en su misión de recuperar el terreno perdido en los últimos años, incluyendo por supuesto el desajuste que se produjo en los primeros meses posteriores a la devaluación de diciembre de 2023.
El dato condice además con algunos resultados de la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) publicada por el Indec. En detalle, el estudio indica que en el primer trimestre del 2025 creció la cantidad de ocupados demandantes de empleo. Es decir que hay más personas que tienen trabajo, pero están activamente buscando otro, ya sea para reemplazar el que tienen o para tener una segunda fuente de ingresos. Más allá de las causas, está claro que se trata de personas que no están conformes con su trabajo y en muchos casos, con sus salarios.
El índice de salarios permite conocer cómo están evolucionando los ingresos de los trabajadores en relación a la inflación, pero también es un indicador clave para anticipar los datos de pobreza. Para ello, se debe comparar el avance de los ingresos con relación a la Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica Alimentaria (CBA).
La CBT mide el total de gastos que debe hacer una familia tipo para cubrir el 100% de sus necesidades básicas durante un mes, mientras que la CBA se enfoca estrictamente en el costo de satisfacer las necesidades alimenticias. Por eso, las mediciones se usan para determinar las líneas de pobreza e indigencia, respectivamente.
Ahora bien, en este caso, todas las categorías salariales subieron por encima de ambas canastas básicas. De acuerdo a los datos publicados por el Indec, la CBA se encareció 1,3% en abril, mientras que la CBT avanzó un 0,9%. Los salarios, con el alza promedio de 3,4%, superaron ampliamente esos valores.
También se registra una diferencia a favor de los sueldos en la comparación de los valores acumulados. En los primeros cuatro meses del año la Canasta Básica Alimentaria aumentó 11,8%, en tanto que la Canasta Básica Total tuvo un incremento del 8,4%. En ese mismo período, los salarios tuvieron una suba del 13,8% en forma conjunta, por lo que superaron el nivel de aumento de precios de los insumos básicos.
No obstante, cuando se desglosa por categoría salarial, se encuentra que no todos los trabajadores le están sacando ventaja a las dos canastas. De hecho, los únicos que lograron sobreponerse a los precios de los alimentos en los primeros cuatro meses del año fueron los trabajadores informales, con una suba acumulada del 32,6%. Los registrados en cambio, tuvieron un ajuste promedio del 10,2% en forma conjunta (sumando formales e informales), en un período en el que la CBA avanzó 11,8%.
Eso no quiere decir que los trabajadores registrados hayan caído en la indigencia, pero sí implica que les cuesta un poco más que antes comprar los mismos alimentos.
En lo que respecta a la CBT la situación es diferente, ya que en ese caso sí los ajustes salariales fueron siempre superiores al avance de los precios.
Con información de INFOBAE