En el marco del juicio por la desaparición forzada del ingeniero Raúl Tellechea, que se desarrolla en la Justicia Federal, la defensa del imputado Luis Héctor Moyano -sospechado de ser el autor intelectual- centró su estrategia en los múltiples testimonios que aseguran haber visto a la presunta víctima después del momento en que se presume habría desaparecido, durante la madrugada del martes 28 de septiembre de 2004.
Según la argumentación presentada por el defensor oficial Esteban Chervin, más de una decena de testigos declararon haber tenido contacto visual o incluso haber interactuado directamente con el ingeniero luego de esa fecha. La defensa remarcó que estos testigos no tienen relación entre sí ni con los acusados, lo que, a su entender, refuerza la veracidad y objetividad de sus relatos.
Entre los testimonios destacados se encuentra el del matrimonio Torres, quienes afirmaron haber mantenido una conversación con Tellechea. Otros, como Santillán y Escobar, declararon haberlo saludado y recibido respuesta, mientras que testigos como Brizuela y Ruiz aseguran haberlo visto sin interactuar. Además, se incluyó a Mirtha Navarro, quien presenció una conversación entre el ingeniero y un tercero en la Terminal de Ómnibus de San Juan.
Estas observaciones, argumenta la defensa del hombre acusado de desaparición forzada, encubrimiento y falsificación de pruebas, se produjeron no solo el mismo día 28, sino también en fechas posteriores, como el 29 de septiembre y el 1 de octubre de 2004. Las descripciones sobre la vestimenta de Tellechea en esos días coinciden entre los testigos, permitiendo establecer distintos momentos de su supuesta presencia pública.
“La afirmación de que Tellechea estaba privado de su libertad física el 28 de septiembre es un verdadero dislate”, sentenció la defensa en su alegato, subrayando la incongruencia entre esa hipótesis y los testimonios presentados. También denunciaron que las partes acusadoras intentaron “borrar del proceso” a los testigos que contradicen la teoría de una desaparición forzosa en esa fecha.
Asimismo, se cuestionó la falta de investigación sobre las actividades bancarias del ingeniero el mismo 28 de septiembre en el Banco San Juan, información que, según la defensa, nunca fue requerida pese a estar protegida legalmente por el Código de Comercio. De igual forma, señalaron que no se profundizó en los testimonios de testigos clave como Mirtha Navarro o Nancy Vargas.
La estrategia de la acusación también fue duramente criticada. La defensa sostuvo que los interrogatorios durante la instrucción y el juicio estuvieron orientados a desacreditar testigos en lugar de esclarecer los hechos. "No se preguntó qué vieron o escucharon, sino que se buscó confundirlos, vincularlos con teorías conspirativas absurdas e inexistentes", afirmó el abogado que defienden a quien enfrenta la prisión perpetua.
En esa línea, acusaron a las partes querellantes de haber construido “una verdad a medida”, tergiversando o directamente ignorando testimonios relevantes para imponer una narrativa sin sustento en las pruebas producidas en el juicio. Entre los testigos que habrían sido omitidos o desestimados mencionaron a Diana Castro, Feliza Brizuela, Sergio Santillán, Inés Gómez de Briones y su hija Romina, entre otros.
Finalmente, la defensa de Moyano sostuvo que no existe en todo el proceso un solo elemento que demuestre que Tellechea fue privado de su libertad. “No podemos aceptar relatos conjeturales, indeterminados y contrarios a la prueba. Esto es lo que se sabe de él, y está probado en cuanto a su devenir”, concluyeron.
El juicio continúa en el Tribunal Oral Federal y lo que seguirá en las próximas audiencias son los alegatos de los demás defensores, cuando ya se produjeron las exposiciones de la fiscalía, representada por Francisco Maldonado, y de la querella, encarnada por Conrado Suárez Jofré, frente al tribunal compuesto por las juezas Eliana Rattá, Gretel Diamante y Carolina Pereira.