miércoles 8 de enero 2025

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a Tiempo de San Juan. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE
Historias del Crimen

Una infidelidad, una pelea, una plancha y el joven universitario muerto en Desamparados

El drama involucró a dos jóvenes y a una chica de una pensión de Desamparados. Una noche de diciembre de 1986 los muchachos discutieron y uno de ellos murió.

Por Walter Vilca

No se pudo comprobar que la fractura de cráneo que presentaba la víctima y que le causó la muerte, haya sido producto de un golpe con un objeto contundente o a consecuencia de una caída sobre los montículos de escombros, según el fallo judicial.

En base a esas conclusiones que no arrojaron nada certero, en los primeros días de diciembre de 1987 un juez resolvió declarar absuelto de culpa y cargo al estudiante universitario de ingeniería de apellido Vitale. Polémico o no, la sentencia puso fin a la pesadilla en vida de este joven que durante un año fue acusado del crimen de otro universitario. La sentencia también dejó abierta para siempre la incógnita en torno a las circunstancias y la verdadera causa de muerte de ese muchacho mendocino al que le faltaban meses para recibirse de arquitecto y que alquilaba en Desamparados, cuyo caso conmocionó a la comunidad universitaria de San Juan.

Esta es otra de las Historias del Crimen atravesadas por las desgracias jamás buscadas, pero devenidas de un hecho casual a consecuencia de una infidelidad y la violenta reacción de un joven que se dejó empujar por su despecho. Porque así empezó todo, esa noche del lunes 22 de diciembre de 1986 en una pensión de estudiantes que llamaban “Doña Zulema” en la calle San José, entre Matías Zavalla y Alvear, en la zona capitalina de Desamparados.

Pensión.jpg
La pensión. La discusión comenzó en el interior de esta casa que tenía piezas de alquiler para estudiantes. Foto de Diario de Cuyo.

La pensión. La discusión comenzó en el interior de esta casa que tenía piezas de alquiler para estudiantes. Foto de Diario de Cuyo.

Hacía poco menos de un mes que el estudiante mendocino Enzo Daniel Jackino se había mudado a esa casa de alquiler. El joven de 26 años, oriundo de la ciudad mendocina de Godoy Cruz, planeaba recibirse de arquitecto en febrero de 1987.

Allí conoció a una joven maestra jardinera que vivía también en esa pensión. La chica andaba de novia con otro universitario, un estudiante de ingeniería de apellido Vitale que en esos días estuvo en Brasil por un viaje de estudio. Este último ya había regresado a San Juan, pero por lo visto la pareja no tenía pensado encontrarse esa noche. La ocasión se prestó para que Jackino visitara a la chica en su pieza.

Escena de celos y discusión

Quizás existía una relación íntima entre ambos o recién se estaban conociendo. Jackino aprovechó para invitar a la joven a compartir una pizza y una gaseosa y estuvieron juntos hasta la medianoche del 22 de diciembre, momento en que sorpresivamente apareció Vitale. Al parecer, éste encontró a su novia y a Jackino en una situación comprometida, entonces les hizo una escena de celos y comenzó la discusión.

Vitale increpó a su novia y a Jackino exigiendo que confesaran que mantenían un romance, pero ellos lo negaron una y otra vez. Esto enfureció más al estudiante de ingeniería, que provocaba y llamaba a pelear al otro joven. La versión fue que este último, para no continuar con el escándalo, abandonó la pieza y se marchó de la casa en su bicicleta para dejar que la pareja de novios arreglaran sus problemas.

lugar.jpeg
La esquina. Enzo Jackino cayó en la esquina de las calles San José y Alvear. Así se veía en esa época ese lugar. Foto de Diario de Cuyo.

La esquina. Enzo Jackino cayó en la esquina de las calles San José y Alvear. Así se veía en esa época ese lugar. Foto de Diario de Cuyo.

El estudiante de ingeniería buscó impedir que se vaya, en eso tomó una plancha y salió por detrás de Jackino. Ya transcurrían los primeros minutos del martes 23 de diciembre de 1986. A los cincuenta metros, a la altura de la esquina de San José y Alvear, le dio alcance. Ahí la situación fue confusa. Nunca quedó en claro qué pasó, si los dos jóvenes se tomaron a golpes, si solo Vitale agredió a Jackino o si éste se cayó accidentalmente.

Una herida mortal

El estudiante de ingeniería, en una de sus declaraciones, dijo que tironeó de la chomba a Jackino y lo arrojó al piso, de acuerdo a versiones periodísticas. Tiempo después declaró que en realidad le pegó un golpe de puño y lo hizo caer contra un montículo de escombros. Que eso fue todo y en ningún momento agredió con la plancha al estudiante de arquitectura, indican los registros judiciales. La novia relató que no vio lo que sucedió en la calle, lo mismo que la dueña de la pensión.

Aquella noche, Jackino acabó gravemente herido e inconsciente. El propio Vitale se asustó al verlo desmayado. De hecho, pidió ayuda al conductor de una camioneta que pasaba por el lugar para que auxiliara al otro joven y los trasladara al Hospital Marcial Quiroga. A los minutos que ingresaron a la guardia del nosocomio de Rivadavia, los médicos comprobaron que Enzo Daniel Jackino había muerto.

dueña.jpg
Doña Zulema. La dueña de la casa donde alquilaban dos de los jóvenes dando su testimonio a un periodista. Foto de Diario de Cuyo.

Doña Zulema. La dueña de la casa donde alquilaban dos de los jóvenes dando su testimonio a un periodista. Foto de Diario de Cuyo.

Sorprendido por la terrible noticia que le dieron los médicos, Vitale sufrió un ataque de nervios. Muchos de los presentes creyeron que el joven era amigo del estudiante fallecido, pero más tarde los policías del hospital lo detuvieron cuando se enteraron que éste había tenido una discusión y una pelea con la víctima.

El estudiante de ingeniería admitió que era cierto lo de la pelea, pero juró que él no mató al otro muchacho y que se trató de un accidente. Su novia también estuvo detenida unos días, pero luego fue puesta en libertad en razón de que no participó del incidente en la calle.

El caso fue investigado por el juez Carlos Zavalla, del Cuarto Juzgado Penal, que dispuso que el universitario quedara imputado por el presunto delito de homicidio simple. En ese momento se hablaba de un crimen. La víctima presentaba un hematoma en la ceja derecha, otra lesión en la ceja izquierda, un golpe en la frente y también hundimiento y fractura de cráneo. El certificado de defunción señaló que Jackino murió por un traumatismo encéfalo craneano; es decir, producto de un duro golpe en la cabeza.

Sin testigos y una sola versión

El caso fue complejo desde un inicio. No había testigos presenciales del incidente fatal. Vitale se aferró al relato de que no le pegó con la plancha, que sólo le dio una trompada a la víctima y que lo hizo caer contra el montículo de escombros, pero no tuvo intención de matarlo.

esquina.jpeg
Otro paisaje. Así se ve hoy la esquina de San José y Alvear, en Desamparados.

Otro paisaje. Así se ve hoy la esquina de San José y Alvear, en Desamparados.

Los policías, por su parte, se convencieron de que el estudiante de arquitectura fue atacado con esa plancha y que estaban frente a un homicidio. Pero las pericias no despejaron las dudas. Los investigadores analizaron el artefacto y no hallaron restos de cabellos o manchas de sangre y por lo tanto no había prueba científica que respaldara la teoría del ataque con la plancha. En cambio, la inspección ocular en la esquina de las calles San José y Alvear demostró que allí había escombros y era posible la hipótesis de la caída de Jackino y el golpe de su cabeza contra esos trozos de concreto.

La calificación inicial de la causa, de presunto delito de homicidio simple, fue reemplazada por la de homicidio preterintencional. Se entiende por homicidio preterintencional cuando una persona agrede a otra con la sola idea de provocarle un daño o una lesión, pero finalmente le causa la muerte sin que esa hubiese sido su intención.

La gran incógnita

Vitale fue procesado por ese delito y sometido a juicio en el Segundo Juzgado Penal. El abogado Miguel Dávila Saffe –hoy juez de cámara-, quien intervino como defensor, sostuvo que esa calificación no se correspondía con lo ocurrido realmente y que se trató de un hecho fortuito, no querido por el joven estudiante. Afirmó que la muerte del estudiante mendocino fue a raíz de un accidente y que el caso debía encuadrarse en la figura del delito de homicidio culposo.

El juez Juan Carlos Peluc Noguera analizó todos los argumentos y las pruebas, pero chocó con la imposibilidad de establecer a ciencia cierta cómo y en qué circunstancias Jackino sufrió esa fractura y hundimiento de cráneo que le provocó la muerte. El informe forense concluyó que murió por un traumatismo de cráneo, pero eso no resultó suficiente para explicar si esa herida en la cabeza fue a consecuencia de la agresión con un elemento contundente o por la propia caída sobre los escombros, según la causa judicial. Además, ya habían descartado el empleo de la plancha en el posible ataque y era difícil que una trompada provocara tal herida.

El juez Peluc Noguera entendió que no había pruebas para responsabilizar a Vitale de la muerte de Jackino. Ni siquiera consideró el hecho como un homicidio culposo. Fue así que en los primeros días de diciembre de 1987 resolvió declarar absuelto de culpa y cargo al joven universitario de 27 años y ordenó su inmediata libertad.

Tiempo de San Juan

SUPLEMENTOS

Contenido especial

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Las Más Leídas

Estaba por firmar con un club del ascenso, pero eligió San Martín: quién es el caudillo del fondo que viene de Colón y fue ladero de un ex Boca video
Mucho calor y tormentas, en el pronóstico de este lunes para San Juan.
Este es Juan Manuel Jofré, el ahora detenido.
Video: Iglesia quedó blanco tras el granizo y también llegó la creciente
Las billeteras virtuales actualizaron sus tasas de interés: la que más paga y dónde quedó Mercado Pago en el ranking

Te Puede Interesar