La incertidumbre sobre el paradero de Alejandra Cristina Bolaños empezó esa noche del viernes 29 de julio de 2011, misterio que disipó de manera aterradora diecisiete días después. La tarde del 15 de agosto de ese año, el cadáver de la mujer de 42 años fue encontrado enterrado al costado de la calle Río Negro en el distrito caucetero de La Puntilla.
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En el lugar. Los policías trabajaron de noche para levantar el cadáver. Foto de Diario de Cuyo.
Los policías de la Seccional 9na de Caucete llegaron hasta allí por la propia confesión de Mariela Angélica Gutiérrez, la expareja de Alejandra. Esta chica aseguró que en compañía de su actual concubino, Rodolfo Antonio Angulo, habían asesinado y enterrado a la mujer. El caso no hizo más que revelar el pacto criminal de esa pareja, pero además el pasado de una relación violenta entre las dos mujeres y un odio a muerte por parte de ese hombre mayor que no se detuvo hasta sacar del medio a Alejandra Bolaños.
Violencia de género
El crimen fue un femicidio o habría que hablar de lesbicidio, tal como definen algunos especialistas a los crímenes entre y contra lesbianas. Porque la asesina fue su exnovia y pareja. Acá también hubo un asesinato por cuestión de género porque Rodolfo Antonio Angulo atentó contra la vida de Bolaños por su condición sexual.
Alejandra Bolaños no ocultaba su condición sexual. Así también hizo pública en su momento la relación sentimental que la unía con Mariela Gutiérrez, otra caucetera de 21 años con quien salió por al menos tres años. Ambas se conocieron jugando al fútbol y en la finca donde trabajaban, de la firma Taranto.
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"El viejo". Rodolfo Angulo cuando era trasladado ante el juez. Foto de Diario de Cuyo.
Sus conocidos contaron en aquel entonces que en ocasiones se las veía muy bien y supuestamente enamoradas, pero a la vez mantenían constantes peleas y en ocasiones la relación entre ambas se tornaba violenta. Vivieron un año juntas en la casa de Alejandra, en la zona de La Puntilla, hasta que se separaron en enero de 2011. A Mariela también le gustaban los hombres, eso habría sido el motivo del distanciamiento.
Mariela Gutiérrez después se puso de novia con Rodolfo Angulo, un encargado de cuadrillas de 51 años de la misma zona de Caucete. Al poco tiempo, la joven se fue a vivir con el hombre. Aun así, se seguía viendo con Alejandra o ambas hacían lo posible por buscarse o mandarse mensaje por celular, incluso para pelear. Existían versiones que la mayor de las mujeres añoraba reconquistar a la joven y eso era aprovechado por esta última para jugar con ella y sacarle dinero.
Conflictiva relación
Era un ida y vuelta. Angulo sabía que ese vínculo entre ellas se mantenía casi intacto, entonces odiaba a Alejandra y buscaba cualquier excusa para prometer venganza. Para colmo, de vez en cuando se cruzaban porque sus casas estaban en la misma zona de Caucete.
Pero un hecho marcó más la disputa entre los tres. Un día alguien se metió a la casa de Alejandra y sustrajo tres celulares en desuso que tenía en un mueble. No fue un robo como cualquier otro, pues entraron sin provocar daños. Esto hizo sospechar que la ladrona había sido Mariela, que sabía cómo ingresar.
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La joven. Mariela Gutiérrezn (de pullover negro y campera gris) acompañó a los policías en las excavaciones. Foto de Diario de Cuyo.
Alejandra se lo hizo saber y la acusó de haberle robado esos aparatos. Mariela no se quedó callada y se lo contó a Angulo y a su familia. Esto trajo un nuevo conflicto entre todos ellos, dado que la joven junto al hombre y otras personas fueron a buscar a Alejandra, la insultaron y hasta intentaron pegarle, según declararon sus vecinos.
Pese a este incidente, todo hace suponer que Alejandra y Mariela continuaron intercambiando mensajes. La primera de ellas insistía en reanudar la relación, pero a la vez le reprochaba a Mariela esa vida en pareja con el “viejo” Angulo. Estaba visto que aquello no iba a terminar bien y que el hombre permanecería ajeno a todo.
La trágica noche
Rodolfo Angulo y Mariela Gutiérrez nunca aclararon por qué y cuándo sellaron ese plan criminal para acabar con la vida de Alejandra Bolaños. Quizás todo fue orquestado por el hombre y fue él quien obligó a la chica a cometer el asesinato. O no, porque la joven también manipulaba a ese hombre como hacía con Alejandra. A la luz de los hechos, es más que evidente que esa noche ambos se pusieron de acuerdo para emboscarla y atacarla.
Para ello, Mariela le envió una serie de mensajes esa noche del 29 de julio de 2011. Eso explica de por qué Alejandra estaba molesta e incómoda en esa reunión con sus tres amigas. Estas tres mujeres escucharon la voz de Mariela, cuando le dijo: “Vengo por la calle sangrando. Vení a buscarme”. Era el anzuelo para hacerle creer que Angulo le había pegado, sabía que saldría en su auxilio.
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La víctima. Esta era Alejandra Bolaños. Foto de Diario de Cuyo.
Alejandra Bolaños subió a su moto Maverick 110 cc y partió hacia las calles Río Negro y Enfermera Medina, en el mismo distrito de La Puntilla, lugar donde la esperaría Mariela. Efectivamente allí encontró a la joven, pero también estaba Angulo. Y en esa emboscada no salió viva.
Se estableció que el hombre y la joven atacaron a golpes a Alejandra. Hasta le pegaron con un palo en el costado izquierdo de la cabeza. Cuando está cayó al piso inconsciente o sin fuerzas para defenderse, la pareja envolvió un pañuelo a su cuello y la estranguló. Pero había que ocultar el cuerpo del delito, así que arrastraron el cadáver, le sacaron la campera y los borcegos, su celular y la arrojaron dentro de una pequeña zanja que cavaron al costado de la calle. Luego lo cubrieron con tierra.
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La cuestión era no dejar vestigios, pero a la vez se propusieron sacar provecho de las pertenencias de la víctima. Se llevaron la moto para ocultarla. En los días siguiente la pintaron para cambiarle el aspecto, le pusieron unas calcomanías y la vendieron a un joven de Santa Lucía.
Las amigas de Alejandra ni imaginaron que algo podía pasarle esa noche del 29 de julio de 2011. Y como ella vivía sola, nadie la echó de menos al otro día. El domingo 31 de agosto, Rolando Bolaños –el hermano- la llamó para invitarla a comer asado en su casa. Al ver que no le contestaba, le envió un mensaje y recibió una extraña y corta contestación. La respuesta, supuestamente de Alejandra, fue que estaba lejos y no podía ir.
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Excavaciones. En esos días realizaron otras excavaciones tras una declaración de Gutiérrez que indicaba que Angulo había asesinado a "Gogo" Ruíz. Foto de Diario de Cuyo.
El lunes 1 de septiembre de 2011, Alejandra no se presentó a trabajar a la finca Taranto. Esto causó extrañeza, además porque el sábado tampoco había ido a cobrar la quincena. Los hermanos se enteraron de la situación y concurrieron a la precaria casa de Alejandra. Lograron entrar, pero notaron que no faltaba nada, sólo su moto.
Mariela negó haberla visto. Sus otros conocidos dijeron que no sabían nada de Alejandra. En los primeros días de septiembre de 2011, Rolando Bolaños denunció la desaparición de su hermana en la Policía y recorrió los medios de comunicación pidiendo ayuda por si alguien la había visto.
Revelaciones
El mismo hombre también acercó una información que resultó clave para los investigadores de la Seccional 9na. Les contó sobre esa conflictiva relación que existía entre su hermana y Mariela Gutiérrez y reveló lo que las amigas de Alejandra escucharon en esa reunión en que la vieron por última vez.
Los uniformados cauceteros comenzaron a mirar con sospechas a Mariela Gutiérrez y la llenaron de preguntas. Aún así, no tenían pruebas para detenerla, pero fueron reuniendo testimonios que indicaban que vieron a ella y a Angulo en una moto en los días posteriores a la desaparición de Alejandra. Además, pudieron dar con esas amigas que ratificaron la versión sobre el llamado que recibió la mujer la noche del 29 de julio de 2011 y su repentina partida en su moto, supuestamente para buscar a Mariela. Por decantación, todo llevaba en la misma dirección: hacia esa joven que había sido expareja de la desaparecida.
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Detenidos. El traslado de la pareja asesina a la Seccional 9na de Caucete. Foto de Diario de Cuyo.
Mariela Gutiérrez, por su parte, presentía o se daba cuenta que en cualquier momento los policías irían por ella. Atormentada por el mismo asedio policial o el remordimiento por su macabro secreto, se vio desbordada y fue a entregarse. La tarde del 15 de agosto de 2011 se trasladó hasta la Seccional 9na de Caucete y confesó la autoría del asesinato de Alejandra Bolaños. Obvio, no cargó toda la responsabilidad en ella. Culpó a su pareja Rodolfo Angulo como el mentor del crimen y principal ejecutor. Hasta señaló el lugar donde enterraron el cadáver.
El hallazgo
Ese mismo día, cuando caía la noche, el comisario Jorge Sánchez y el comisario inspector Miguel Jofré junto con los policías de la Seccional 9na y la entonces Regional Este excavaron a un costado de la calle Río Negro, a 500 metros al este de Enfermera Medina, en el distrito La Puntilla. Así dieron con el cuerpo de Alejandra, al cual le faltaban las prendas de vestir y el celular.
Mientras eso ocurría, otros uniformados detuvieron a Angulo y allanaron su domicilio en la calle Enfermera Medina. En esa propiedad encontraron el celular, la campera, un pañuelo y los borcegos pertenecientes a la víctima. Las evidencias estaban a la vista, eran ellos los asesinos. En otros procedimientos detuvieron también a dos hijos de Angulo por el presunto delito de encubrimiento y recuperaron la moto.
El reconocido médico Alejandro Yesurón examinó el cadáver y confirmó que Bolaños murió estrangulada con un pañuelo o un cinto. Constató que fue atacada a golpes, así lo demostraban los moretones en una pierna y un hombro, como también esa lesión en el costado del rostro y el parietal izquierdo.
Mariela Gutiérrez también aseguró que Angulo y otros hombres habían asesinado a Rodolfo "Gogo" Ruíz, el transportista desaparecido en 2010, pero esto nunca se comprobó.
En las indagatorias, ambos se acusaron entre sí y no quedó en claro quién convenció a quién para matar a Alejandra Bolaños. Mariela siempre quiso sacar ventaja para hundir a Angulo. Con decir que aseguró que en algún momento le escuchó decir que él y sus amigos se dedicaban a cometer robos en Caucete y que en uno de esos hechos habían matado a Rodolfo “Gogo” Ruíz, el transportista caucetero desaparecido el 24 de septiembre de 2010.
La sorprendente declaración obligó a la Justicia a realizar nuevas excavaciones y búsquedas en unas fincas cercanas a la casa de Angulo, pero no encontraron ninguna pista. El hombre después dijo que Gutiérrez inventaba todo eso para perjudicarlo. Lo que sí es cierto que la pareja había cavado otra fosa en otra propiedad alejada para trasladar allí el cadáver y asegurarse que nadie lo encontrara.
Condenados
Rodolfo Antonio Angulo y Mariela Angélica Gutiérrez fueron procesados y llevados al penal de Chimbas. No tenían como zafar de las pruebas. Así fue que los dos optaron por negociar un juicio abreviado para recibir una condena no tan dura.
El 10 de septiembre de 2013 firmaron el acuerdo y el juez Ernesto Kerman, de la Sala II de la Cámara en lo Penal, los sentenció por el delito de homicidio simple: a la joven la castigó con una pena de 10 años de prisión y al hombre le dio 9 años de cárcel.
Fuentes judiciales informaron que Mariela Angélica Gutiérrez estuvo presa en el penal de Chimbas hasta 15 de enero de 2021, fecha en que salió con la libertad condicional. En agosto del mismo año le dieron por cumplida su pena. Rodolfo Antonio Angulo estuvo entre rejas en la misma unidad y obtuvo la condicional en junio de 2018. Cumplió la totalidad de la condena en agosto de 2020. Hoy, ambos están libres e intentando rehacer sus vidas.