La dura historia de Yamila Pérez ya estaba marcada por otro drama familiar, tan cruel y alevoso como su propio final. La chica que el domingo último apareció descuartizada, había perdido a su hermana de crianza en 2012 en otro brutal asesinato, también con un arma blanca.
Yamila tenía 23 años cuando mataron a su hermana Carina Noelia Baginay, de 35 años, el 13 de agosto de 2012. Fue un típico caso de femicidio en manos de su exconcubino René “Tintito” Robledo, un delincuente con múltiples antecedentes por robo y también con dos condenas previas por violencia de género, justamente, contra la mujer a la que después mató.
Esa relación fue violenta desde un principio y Carina Baginay la soportaba por miedo o por ese supuesto “amor” enfermizo. Robledo tenía antecedentes violentos: ya la había agredido en el 2007 y en el 2008, según las denuncias. La última vez la tomó a golpes, la acuchilló y la mandó al hospital. Él estuvo preso y cumplió condena por esos ataques, aun así al tiempo volvieron a vivir juntos en la casa que compartían en el Bº Siete Conjuntos, en Chimbas.
Allá por mayo de 2012, Carina tomó coraje y decidió cortar la relación definitivamente con Robledo. La joven mujer abandonó la casa con sus seis hijos y se mudó al domicilio de sus padres en la calle Lisandro Sánchez en Bº Cabot en Concepción, Capital, donde también vivía Yamila Pérez, su hermana de crianza.
Robledo nunca aceptó la separación y la tarde del 13 de agosto de 2012 la fue a buscar a la zona de Concepción. No la encontró en la casa de sus padres, pero sí en el domicilio de una amiga en el Barrio General Acha. Primero discutieron y él se marchó muy molesto, tanto que estando solo se auto agredió con un cuchillo, como era su costumbre.
Esa tarde el sujeto se fue al hospital para curarse las heridas y al anochecer volvió a buscar a Carina Baginay a la casa de sus amigas; eso sí, se mostró arrepentido y amable. Así consiguió que ella saliera y ambos se sentaron en la entrada de la vivienda supuestamente para charlar. Robledo, en realidad, no quería hablar. De un momento a otro tomó a golpes a su ex mujer y después sacó un cuchillo con el que le aplicó un puntazo en el abdomen y la hirió en un brazo. Dos vecinos salieron a defender a la víctima, fue entonces que Robledo agredió a uno de ellos y escapó.
Carina Noelia Baginay fue trasladada al Hospital Rawson, pero antes de la medianoche murió producto de ese fatal puntazo en el abdomen. Robledo, por su parte, permaneció prófugo durante 18 horas y posteriormente se entregó en tribunales. En febrero de 2014 fue llevado a juicio. El juez José Atenágoras Vegas, de la Sala II de la Cámara Penal, lo condenó a través de un juicio abreviado a la pena de 18 años de cárcel por el brutal asesinato.