A las 9 en punto de cada mañana, en la pantalla de Telesol, arranca Sentite Joven. Entre música, baile, buena onda y noticias, hay una presencia que se ha ganado el cariño de todos: Juan Manuel Valverde, o simplemente Juanma, un joven de 28 años que vive apasionado por los medios de comunicación.
Juanma es mucho más que un columnista del clima o un lector del santoral. Es una presencia apasionada y profundamente comprometida con lo que hace. Y no está ahí por casualidad. Su camino hasta ese micrófono estuvo lleno de desafíos, pero también de determinación y sueños cumplidos. “Soy una persona con autismo. Es una condición, no una enfermedad”, explica con claridad y orgullo. Y esa frase lo define: Juanma no se esconde, no se limita. Se muestra tal cual es y reivindica, cada día, el derecho de ser parte, de estar, de aportar.
De Buenos Aires a San Juan, y de un sueño a la pantalla
Nacido en Buenos Aires, llegó a San Juan a los 13 años con su familia, buscando nuevas oportunidades. Desde chico, los medios lo fascinaban: “Miraba todo: Telefe, Canal 13, TN, C5N. Me encantaban. Quería estar ahí, ser parte”. Ese deseo creció con él, y se volvió una meta.
Su primera oportunidad llegó en 2018, en la Escuela de Educación Especial Azal Susana de Castelli, a través del proyecto Integrándonos, donde Juanma comenzó a producir contenido sobre discapacidad: entrevistas, informes, notas de accesibilidad. Paralelamente, participa en Radio Universidad, los viernes.
Pero su gran salto llegó de la mano de Karina Palacios, conductora de Sentite Joven, quien lo conoció, confió en él y lo invitó a sumarse al programa. “Ella es muy empática, muy humana. Gracias a ella estoy cumpliendo mi sueño”, dice Juanma. También forma parte del programa Trabajando Sueños de la Dirección de Discapacidad, que promueve la inclusión laboral.
Un día en la vida de Juanma
Cada mañana arranca bien temprano: “Me levanto tipo 5:45, a veces antes. Miro los noticieros, me informo, me preparo. Quiero llegar bien cargado de datos al canal”. A las 8:10 ya está en Telesol, listo para decir el pronóstico del tiempo, el santoral y, sobre todo, para estar presente con alegría y compromiso.
Vive con sus papás, Roberto y Gladys, y tiene una hermana, Valeria, que es estilista. La familia, dice, fue fundamental para formarlo, para darle fuerzas. “Me ayudaron mucho. No fue fácil, pero nunca me rendí. Nunca me doy por vencido”, afirma con convicción.
“A quienes tienen alguna condición como la mía, les digo: no tengan miedo. Derriben barreras. Suéltense. Hay que seguir luchando por un mundo más justo, más accesible”, dice con fuerza.