Gerardo Romano hizo una inesperada declaración en medio de la entrevista que venía teniendo con Carmen Barbieri y sus panelistas de “Mañanísima”.
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SUSCRIBITEGerardo Romano hizo una inesperada declaración en medio de la entrevista que venía teniendo con Carmen Barbieri y sus panelistas de “Mañanísima”.
El actor reveló: “Fui abusado a los 12 años en un colectivo. No lo conté en su momento siendo chico”. Gerardo Romano no dudó en aconsejar como manejar esta clase de situaciones.
Según el artista: “Lo importante es educar y aleccionar a los chicos, no tener una cuestión oscura, impenetrable. El cuerpo es algo prohibido, un tabú, no se puede tocar, todo es pecado. Y entonces uno queda envuelto en un mar de dudas cuando podría tener las respuestas antes, y cuando llega el momento no deseado, con un abusador, saber dónde está parado, qué está bien y qué está mal, y cómo reaccionar”.
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En ese punto, ante la consulta de Carmen Barbieri, Gerardo Romano reveló lo que le pasó: “Cuando en un colectivo te entra a manosear un tipo sin tu consentimiento, ahí no hay ley, no hay ningún cartel que diga: 'Tranquilo que esto es ley, el señor que te está tocando el miembro está equivocado'. Pero vos después, ¿a quién le contás la historia?”.
El actor contó que su acosador siguió persiguiéndolo: “Yo era chiquito y él me fue a buscar al colegio. Salí con un amiguito que se llamaba Marcelo; miré y estaba en la vereda de enfrente. Me saludó con una inclinación de cabeza sutil y empecé a caminar y me empezó a seguir. En esa época tomaba el trolebús para ir hasta Santa Fe y Austria. Tendría 12 años”.
Al día siguiente, recordó Gerardo Romano, sucedió lo mismo: “Volvió a aparecer y a seguirme. Caminaba por Libertad hasta Santa Fe, por Santa Fe a Paraná, y por Paraná hasta Arenales; volví por Arenales hasta el centro, caminaba a toda velocidad para escaparme, para que me perdiera de vista. Hasta que empiezo a transpirar, agitarme, asustarme, me doy vuelta y veo que viene a 20 o 30 metros con una sonrisa macabra”.
Por suerte, el actor encontró a dos agentes que lo auxiliaron: “De repente veo que vienen por mi vereda dos policías de uniforme caminando hacia mí y me agarro de ellos, los abrazo y me pongo a llorar. Les cuento lo que me pasa y cuando preguntan cuál era el tipo lo señalo; estaba caminado como para Retiro. La policía lo agarra de cuatro zancos, lo dieron vuelta, le doblaron un brazo”.
Gerardo Romano contando el abuso que sufrió:
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