La mañana del sábado 7 de junio se vio alterada en San Juan por un llamado anónimo que puso en alerta a las autoridades: alguien amenazó con hacer estallar el Centro Cívico. El mensaje activó de inmediato los protocolos de seguridad y desencadenó una investigación judicial que, pocas horas después, revelaría un inesperado desenlace.
El Cisem 911 registró el llamado a las 10:54. La voz de un varón advirtió, sin rodeos, que "reventaría el Centro Cívico", lo que disparó el despliegue de fuerzas policiales y una pesquisa encabezada por el fiscal Gastón Salvio y el ayudante fiscal Facundo Castore Bergioli, de la UFI Norte.
Las pericias técnicas permitieron localizar el punto de origen del llamado: una vivienda en el loteo Arenales, en el departamento Iglesia. Con la orden de un juez, personal policial se trasladó al lugar y concretó un allanamiento en horas de la tarde.
En presencia de testigos, los investigadores hicieron escuchar la grabación a la dueña de casa, quien no dudó en identificar al autor de la voz como su propio hijo de 13 años.
El caso, ahora caratulado como "intimidación pública en perjuicio del orden público", fue remitido al Juzgado de Menores, que determinará las medidas a seguir. Si bien se trata de un adolescente inimputable por su edad, la Justicia decidió avanzar con el proceso por la seriedad del episodio.