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SUSCRIBITEVictoria Villarruel convocó finalmente a la sesión en que los senadores analizarán y votarán aceptar o rechazar los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para integrar la Corte Suprema. El segundo, ya ejerce la magistratura por decreto presidencial.
La vicepresidente Victoria Villarruel convocó a una sesión especial para el próximo 3 de abril a las 14 a fin de iniciar el debate sobre las designaciones de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia. La convocatoria fue formalizada a través de un decreto de la Presidencia del Senado, emitido este miércoles.
Ambos nombramientos fueron propuestos por el Poder Ejecutivo y designados a través de un DNU. García-Mansilla juró, días atrás en el Máximo Tribunal y la comisión de Acuerdos del Senado emitió dos dictámenes a favor sobre el pliego que lo propone como juez. El objetivo fue igualar en condiciones a García-Mansilla con Lijo, que ya cuenta con un despacho a favor.
Lijo, en cambio, aún no juró porque la Corte Suprema no aceptó su pedido de licencia en Comodoro Py. Si bien desde el Máximo Tribunal afirmaron que Lijo no puede asumir en la Corte sin renunciar antes a su cargo, el juez federal ya hizo saber que no piensa renunciar hacerlo y que esperará la aprobación del Senado.
El pedido fue motorizado por el bloque de Unión por la Patria luego de la comisión de Acuerdos. El bloque opositor había solicitado que la sesión especial sea este jueves 20. Sin embargo, la amenaza de una derrota provocó un cambio de planes. Villarruel, que dispone el día y la hora de la sesión, decidió despejar problemas para el Gobierno.
De esta manera, los pliegos de García-Mansilla y Lijo quedaron listos para ser debatidos en el recinto y el oficialismo tiene dos semanas para profundizar las negociaciones.
La Libertad Avanza necesitará una mayoría de dos tercios de los presentes para ratificar su nombramiento. Esto implica reunir al menos 48 votos, siempre y cuando estén presentes los 72 legisladores. En otros términos, bastarían con 25 votos para rechazar la designación.
Se trata de un gran desafío para el oficialismo dado que el bloque de Unión por la Patria cuenta con 34 miembros, aunque no está claro cuántos votarán en contra de los pliegos de García-Mansilla y Lijo.
Lo cierto es que, si el Senado rechaza el pliego de García-Mansilla, éste mantendría su actual puesto en la Corte Suprema hasta noviembre, dado que fue designado siguiendo los mecanismos estipulados en la Constitución. La única manera de destituir a un miembro del Máximo Tribunal es a través del juicio político.
Por eso, si el pliego de García-Mansilla no atraviesa el Senado, se daría una situación de debilidad institucional para el abogado, dado que se trata de un juez nombrado por decreto y rechazado por el Senado.
En cambio, la suerte de Lijo está puesta en el Senado. Si la Cámara Alta decide reunirse para tratar su pliego, el juez de Comodoro Py podría ingresar a la Corte de manera vitalicia.
En Casa Rosada aseguran que el Presidente quiere que Lijo llegue a la Corte "de la forma que sea" y también son optimistas en cuanto a los votos para sostener su designación. Aseguran, a su vez, que lo nombrarán nuevamente en 2026 en el caso de que no consiga los dos tercios. Lo mismo aplicaría para García-Mansilla.
Más allá de los despachos a favor, lo cierto es que los senadores opositores tienen la intención de rechazar ambos pliegos. El argumento es que el Ejecutivo excedió los límites al aprovechar la ventana entre el final de las sesiones extraordinarias y el inicio del período ordinario para activar a Lijo y García-Mansilla "en comisión".