El grupo ArcelorMittal interrumpió la actividad en la planta de Acindar de Villa Constitución, y avanzó con una nueva tanda de suspensiones de 500 trabajadores. En paralelo, y como consecuencia de la caída de la actividad, evalúa replicar la medida en las otras cuatro fábricas que posee en la Argentina.
Las causas del parate son la caída del consumo interno y el aumento de la importación de acero, particularmente desde China. Según fuentes del sector, Acindar operó al 50% de su capacidad instalada durante todo 2024, situación que se mantuvo en el primer semestre de este año.
La producción cerró 2024 con 600.000 toneladas, frente a las 1,2 millones de toneladas de 2023. La baja responde a la contracción de dos sectores clave para la demanda de acero: la industria, que retrocedió un 12,4%, y la construcción, con una caída del 19,5% durante el mismo período.
La empresa siderúrgica llevó así a cabo la suspensión durante una semana de aproximadamente el 85% del personal operativo de su planta en Villa Constitución, como parte de una paralización más amplia de sus actividades productivas. Si bien las suspensiones ya estaban previstas, lo que sorprendió fue el parate de sectores enteros. La decisión se enmarca en un contexto de fuerte caída del consumo y actividad industrial a nivel nacional.
Según fuentes internas de la compañía, "el acuerdo de suspensiones lo teníamos firmado hasta fin de año porque están todos los niveles de producción debajo de los planteles que tenemos".
Sin embargo, aclararon que la situación se agravó: "La diferencia es que ahora la caída fue más profunda y la última semana de julio empezaron directamente a parar los sectores más grandes de la planta, que son dos trenes de acería y eso solo implica al 60, 70% de la gente que tenemos".
ArcelorMittal Acindar posee cinco plantas en el país: Villa Constitución, Rosario, San Nicolás, La Tablada y Villa Mercedes. Por ahora, el parate alcanza solo a la planta santafesina. Sin embargo, desde el grupo no descartan extender la medida al resto de las instalaciones.
Acindar opera actualmente bajo un esquema de producción intermitente, estrategia que intenta equilibrar la actividad con la baja demanda. "Ya preocupa la parada, y de hecho tendría que parar más la turnicidad pero lo que están haciendo es producir tres semanas y parar una", sostienen desde la planta.
Desde comienzos del año, la empresa aplica un esquema de suspensiones con el pago del 75% del salario, vigente hasta diciembre, y complementado por un plan de retiros voluntarios. El objetivo: mitigar el impacto laboral del deterioro económico. "Hay un acuerdo de suspensiones que rige desde enero y se aplica según las necesidades de cada planta", señalaron fuentes cercanas a la compañía.
La empresa, que contaba con 1.230 empleados propios en noviembre de 2023, hoy mantiene una plantilla de 930 trabajadores tras retiros voluntarios y cortes de contratos. A ello se suma la pérdida de contratistas en proporciones similares.
Actualmente, la planta de Acindar en Villa Constitución opera con un solo horno y acumula un excedente mensual de entre 15.000 y 20.000 toneladas de acero, producto de la falta de demanda interna.
Este nuevo parate en Acindar, una de las principales industrias metalúrgicas del país, representa un signo más del estancamiento productivo que afecta al sector industrial argentino. Los trabajadores señalaron: “Es una muestra de lo que parece que va a ser hasta fin de año porque no hubo en ningún momento un repunte de la producción”.