El domingo se produjo la muerte de una joven en el Hospital Rawson y su familia denunció que hubo mala praxis de parte de los médicos que la atendieron, por lo que la Justicia, a través de la UFI de Delitos Especiales, investiga qué fue lo que sucedió y si existió la comisión de un homicidio culposo por negligencia o impericia.
El caso es investigado por el fiscal Nicolás Schiattino, quien ya tiene entre sus manos el informe de autopsia y la historia clínica de Melanie Carranza. Sin embargo, ello no resulta suficiente para determinar si existió una conducta delicita de los profesionales que la asistieron y la enviaron de regreso a su casa, tal como lo señala la denuncia que hizo el padre de la chica.
Con el objetivo de tener un panorama claro y amplio de lo acontecido, el representante del Ministerio Público -según consignaron fuentes allegadas a la investigación- la fiscalía ofició a la dirección del nosocomio para saber qué profesionales intervinieron en la atención de la presunta víctima. No obstante y por el momento, no hay nombres ni posibles médicos implicados.
Lo que se pretende establecer a través de la instrucción es si hubo relación causal entre el accionar de los médicos y al consecuencia que fue la muerte, es decir, determinar si hay sospechas de una falla en la conducta de los mismos y si esa falla derivó en la fatalidad. Es por eso que se está a la espera de diversos resultados que arrojarán luz al tema.
Las auxiliares de la fiscalía, Beatriz Vázquez y Alejandra Venerando, son quienes inspeccionarán a fondo los primeros informes obtenidos para luego definir si hay presunción de algún error, ya sea en los protocolos de atención, teniendo en cuenta la historia clínica, la autopsia y la secuencia de los hechos. Esa valoración será clave para que, más tarde, Schiattino resuelva si hay elementos para iniciar una investigación formal o no.
En los próximos 15 días, se estima que avance la investigación preliminar y, conforme a la misma y al mérito que pudiera existir, se formalice con personas individualizadas. En tal caso se imputaría a los involucrados bajo la calificación de homicidio culposo y quizás, en caso de que haya material de sospecha, incumplimiento de los deberes de funcionario público. Hasta el momento, sólo se trata de especulaciones.
Para la familia de la fallecida, que cursaba la cuarta semana de embarazo y que habría sufrido un aborto espontáneo, los especialistas no advirtieron que su cuadro era grave a pesar de que presentaba signos alarmantes, como sangrado, malestar físico y fiebre. La responsabilidad que le endilgan a los médicos es que no la asistieron de manera adecuada, poniendo en riesgo su salud y decretando así su muerte.
Frente a las consecuencias, a nivel administrativo, en el nosocomio de Capital se registró un revuelo y a ello lo confirmó el propio director del hospital, Juan Pablo Gempel, que indicó que la menos hay 9 médicos sumariados por el hechos, dado que no habrían cumplido con su tarea debida. Ello haría imaginar que, en caso de que existan evidencias que compliquen a los profesionales de la salud, podría haber más de un imputado en la causa que provocó impacto en las redes sociales.
La muerte dudosa se registró el domingo último y, desde entonces, en el Ministerio Público se trabaja para recolectar la mayor cantidad de pruebas que ayuden a la investigación, como informes, exámenes histopatológicos (análisis de laboratorio de los tejidos de la joven) y hasta imágenes de las cámaras de seguridad.