Según “El Mapa” Yanadel, lo poco que recordaba de esa noche fue que junto Alejo estaban muy borrachos, que ambos discutieron y que él le dio una patada en los testículos a su amigo. De ahí en más se le borró la mente, tanto que no supo explicar cómo fue que ese otro jornalero horas más tarde apareció muerto y ahorcado en un alambrado en El Mogote.
Pasaron casi sesenta años de este caso de Historias del Crimen y aun no se dilucidó fehacientemente qué pasó entre la noche del 25 y la madrugada del 26 de febrero de 1964 en esa finca del callejón Blanco, en la zona chimbera de El Mogote. La única certeza que existió para la Justicia sanjuanina en esa causa penal era que Francisco Elías “El Mapa” Yanadel fue la última persona que estuvo con su amigo Segundo Daniel Alejo, el muerto.
Ya no queda nada de lo que fue esa propiedad en donde se produjo aquel crimen y en la cual vivían y trabajaban Tránsito Yanadel y su marido Félix Farías, la madre y padrastro de “El Mapa” Yanadel. Esa pareja estaba allí de prestado, igual que sus vecinos Luis Díaz y Eulogia Rosas, que tenían su rancho en otro sector de la misma finca y también hacían de cuidadores.
diario.jpg
Artículo periodístico. Así presentaba diario El Tribuna la primera nota referida al caso.
La causa judicial y los recortes periodísticos cuentan que Francisco Yanadel, su pareja Manuela Morito y sus tres hijos residían en la avenida Rawson en Concepción, Capital. Con ellos vivía, además, un amigo de nombre Segundo Daniel Alejo. Lo que señalan esos documentos es que todos ellos, incluso este último muchacho, fueron de visita a la casa de la mamá de Yanadel el mediodía del sábado 25 de febrero de 1964.
Algo celebraban. Ese día prepararon pasteles y sirvieron vino en el almuerzo familiar. Los tragos pusieron alegres a los peones rurales, que continuaron tomando durante toda la tarde. Doña Tránsito Yanadel y su nuera, en cambio, sacaron una mesita y matearon por largas horas mientras los chicos jugaban al costado del rancho.
Se hizo de noche y las mujeres dieron de cenar a los niños y los hicieron acostar. Luego ellas también se fueron a dormir. Los dueños de casa habían invitado a Francisco, a su familia y a su amigo a que pasaran la noche allí porque era tarde para que se fueran, además estaban borrachos.
Alejo.jpg
La víctima. Este era Segundo Daniel Alejo. Foto de Diario de Cuyo.
Los relatos describen que Félix Farías acompañó un rato más a “El Mapa” Yanadel y a Segundo Alejo, pero finalmente se despidió y se retiró a descansar. Era verano, hacía calor y los tragos de vino ya entraban como agua para los dos amigos, fue así que éstos la siguieron solos en el patio abierto de la finca bajo la luz de la luna.
El propio Yanadel relató que se quedaron hasta la medianoche y en un momento dado surgió la discusión entre ellos. Una versión decía que éste celaba a su mujer con Alejo y eso originó el entredicho. Nunca se corroboró eso, “El Mapa” únicamente habló de una pelea de puro borrachos que estaban.
Dijo que se insultaron y amenazaron con tirarse unos golpes hasta que él largó una fuerte patada en los testículos a Alejo y lo tumbó en el piso de tierra. Fue lo último que se acordaba, según afirmó, porque a partir de ese momento se le hizo un blanco en la memoria por el estado de embriaguez que tenía.
Yanadel.jpg
El homicida. Francisco "El Mapa" Yanadel, el asesino.
Todas son suposiciones acerca de lo que ocurrió a posteriori. La sorpresa vino a primera hora de la mañana del domingo 26 de febrero de 1964, cuando a Luis Evangelisto Díaz -el vecino de Farías- salió de su rancho muy temprano para dar una vuelta por la finca. En ese corto trayecto encontró a un joven ahorcado en un alambrado.
El muerto era Segundo Daniel Alejo, el amigo de Yanadel. Resultaba extraña la escena. El cuerpo del changarín de 33 años estaba a 100 metros de distancia de la casa que ocupaban la madre de “El Mapa” y su padrastro. Se lo veía en una posición como si estuviese sentado, con el cinturón envuelto en su cuello y el extremo anudado a una de las hebras del alambrado, a 1.60 metros de altura.
Díaz corrió a la casa de Farías a contarle sobre el terrible hallazgo. Obvio que el hombre mayor, las mujeres y los niños salieron horrorizados y gritaron al ver el cadáver. Curiosamente, “El Mapa” Yanadel permaneció mudo y tardó en reaccionar. Díaz declaró que el jornalero de 36 años se puso nervioso y después entraba y salía del rancho gesticulando y llorando.
Blanco.jpeg
Muy conocido. Este es el cartel que señala el Callejón Blanco en la zona de El Mogote, Chimbas. En esa zona ocurrió el asesinato.
Esa mañana, los policías de la comisaría 17ma de Chimbas y el juez de turno trabajaron en el lugar y detuvieron a Francisco Yanadel. No les cerraba la idea de que esa muerte fuese resultado de un suicidio. El rostro de la víctima presentaba golpes y su ropa mostraba rastros de tierra. Eso instalaba la sospecha de que lo golpearon y lo arrastraron.
Los investigadores pusieron la mirada sobre Yanadel porque fue la última persona que estuvo con Alejo. Además, había pisadas y huellas de arrastre que iban desde cerca del rancho al alambrado donde encontraron el cadáver. La autopsia también respaldó la hipótesis del asesinato. El informe forense reveló que el jornalero recibió algunos golpes y que posteriormente fue estrangulado.
“El Mapa” Yanadel se asustó y admitió que tuvo una pelea con Alejo, pero aclaró que no se acordaba qué pasó después. Según el expediente judicial, el jornalero confesó el asesinato en cierta parte, puesto que él mismo describió que le pegó una patada en los testículos a la víctima. O sea, reconoció que lo agredió. La presunción fue que esa pérdida de memoria selectiva era una excusa y su coartada para no relatar lo sucedido.
calle.jpeg
La zona. En una finca de esta zona sucedió el asesinato del jornalero Alejo.
Esa primera declaración tuvo lugar en sede policial, pero a los días “El Mapa” se retractó frente al juez y denunció que confesó el asesinato bajo presión y por apremios ilegales de los uniformados. En esa indagatoria cambió sus dichos. En ese nuevo relato dijo que no le dio ninguna patada a su amigo, que esa noche se fue a dormir, que Alejo quedó solo en el patio y que al otro día se dio con la novedad de que estaba muerto.
Igual estaba muy complicado. El robo quedó descartado, como también la presencia de otras personas en el rancho o sus alrededores. Díaz y Félix Farías declararon y dijeron que no vieron a extraños en la finca. Por otro lado, todos coincidieron en que los únicos que estaban esa noche en el patio fueron Francisco Yanadel y Alejo, la víctima.
No había mucho más que buscar, así que Francisco Elías Yanadel fue procesado por el delito de homicidio simple. Su defensor insistió en la inocencia de “El Mapa” y agregó que esa noche el jornalero no se encontraba en sus cabales por su estado de embriaguez.
El 31 de agosto de 1965, el juez pronunció su sentencia y condenó a Yanadel a 13 años de cárcel, tal como solicitó el representante del Ministerio Público Fiscal.
FUENTE: Sentencia judicial, artículos periodísticos de Diario de Cuyo y Tribuna y hemeroteca de la Biblioteca Franklin Rawson.