Pero el verano aunque no lo creas, tiene muchas ventajas para combatir muchos de estos problemas. Si estás de vacaciones sobre todo, no tienes excusa para cuidarte como es debido. Así que quítate todos los complejos y pasa a la acción para lucir unas piernas cuidadas, esbeltas y saludables.
Te damos siete buenos hábitos, toma nota:
1. Agua fría
Aprovecha que hace calor, coge la ducha y con el agua bien fría empieza aplicando el chorro desde los pies y tobillos siguiendo hacia arriba. Notarás una sensación de alivio inmediato, y es algo que en invierno (sobre todo si eres tan friolera como nosotras) no podrías hacer. Esto mejora la circulación, porque ya sabes que tu enemigo son las varices.
2. Hacer ejercicio
No es preciso que te apuntes a un gimnasio y lo sabes. Múevete, porque eso es gratis y lo tienes donde quieras como quieras. Olvida el ascensor y sube por las escaleras (siempre que tengas una ducha a mano para después, claro, porque con este calor...), camina por la playa, aprovecha la piscina o el mar para nadar un poco, porque moviendo las piernas con la corriente del agua favorecerás el drenaje linfático y con ello tu circulación sanguínea, o entra en tu aliado Youtube, donde podrás encontrar una infinidad de tutoriales con cualquier tabla de ejercicios y ¡sin salir de casa!. Algo muy práctico a tener en casa es una cuerda de saltar. Con ello harás ejercicio cardiovascular para activar el corazón además de quemar calorías. No quieres esos cúmulos de grasa (que siempre tienden a acumularse en tobillos, rodillas, muslos y glúteos), y lo sabes.
3. Elevar las piernas
Esto no es una tontería como muchos piensan, es muy importante, la sangre ha de volver al corazón. Así que al llegar a casa después de una agotadora jornada o antes de acostarnos nosotras nos obligamos a poner las piernas en alto unos 15 minutos como mínimo y si puedes, masajea (con crema efecto frío a poder ser) desde los tobillos hasta los muslos. Piernas ligeras al instante y te levantarás como nueva al día siguiente. Tu enemigo son las varices, no lo olvides. También puedes ayudar a mejorar estos problemas con suplementos como Vid Roja o Ginkgo Biloba.
4. Hidratación
En verano también hay que hacer uso de cremas, pero sobre todo beber mucha agua para evitar la retención de líquidos en la medida de lo posible, y optar por alimentos con bajo contenido en sal. Otras grandes aliadas son las anticelulíticas, o complementos alimenticios como la L-Carnitina, recientemente patentada por investigadores de la Universidad de Sevilla para el tratamiento de las antiestéticas estrías y cicatrices (podéis ver el artículo completo en la revista Muy Interesante). En cremas para este remedio, podéis optar por aquellas que contengan rosa mosqueta.
5. No pasarse con el sol
Sabemos lo bonitas que son unas piernas bronceadas, pero como todo lo relacionado con el dúo piel-sol hay que tener cuidado. No estés muchas horas expuesta a los rayos y utiliza siempre protector solar, así como evitar tomarlo en las horas que pega más fuerte.
6. Cuidar la alimentación
Como ya hemos dicho antes, la sal en pocas cantidades. Para mejorar la elasticidad de la piel no hay nada como uno de los lujos de la dieta mediterránea, el aceite de oliva, complementándolo con alimentos ricos en Omega 3, protectores de enfermedades cardiovasculares. Pescados azules como el salmón o el atún son abundantes en estas grasas de tipo saludable. Más alimentos como las nueces y el aguacate también, éste último con alto componente en vitamina E antioxidante, entre otras. Y el verano tampoco sería igual sin una de sus frutas de temporada: la sandía, rica en vitamina A y minerales.
7. Evitar prendas ajustadas
Estamos de suerte, los vestidos, faldas y shorts han dado tregua a esos pitillos ceñidos, a las medias y el calzado cerrado de invierno. No hay nada más cómodo que llevar las piernas al aire.
(Fuente: http://www.thelittleblackdressvlc.com/)