La mujer condenada por matar a su novio Genaro Fortunato, en San Rafael, volvió a ser imputada este jueves por la Justicia. Se trata de Julieta Silva y el denunciante es su actual pareja, Lucas Giménez, quien afirmó haber sido golpeado.
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SUSCRIBITEQuedó con prisión domiciliaria porque tiene un hijo de un año.
La mujer condenada por matar a su novio Genaro Fortunato, en San Rafael, volvió a ser imputada este jueves por la Justicia. Se trata de Julieta Silva y el denunciante es su actual pareja, Lucas Giménez, quien afirmó haber sido golpeado.
Luego de la presentación judicial, que se realizó el miércoles, Silva fue detenida bajo la modalidad de prisión domiciliaria y tobillera electrónica debido a que tiene un hijo de un año con Giménez.
La acusación que recae sobre Julieta Silva son lesiones leves, de acuerdo a información de la Justicia.
El hombre alegó haber sido golpeado por Silva el miércoles. La Policía, al llegar al domicilio de la víctima, corroboró que tenía lesiones en su cuerpo, tal como había manifestado en su denuncia.
En el cuerpo de Giménez encontraron escoriaciones e hinchazón compatibles con golpes.
Silva y Fortunato salieron a bailar el 9 de septiembre de 2017 al boliche La Mona. Allí tomaron bebidas alcohólicas y, en algún momento de la noche, discutieron. La discusión siguió afuera. Bajo la lluvia y en plena madrugada, la chica se subió a su auto, Genaro se acercó a la ventanilla, intentó hablar con ella y la mujer aceleró lo que provocó que él cayera al piso.
Aceleró pero a los pocos metros frenó de golpe e hizo marcha atrás pasando por encima de Genaro provocándole la muerte. En el juicio declaró que nunca lo vio y que, en realidad, volvió atrás para devolverle su celular.
Además, parte de la estrategia de su abogado defensor Alejandro Cazabán, fue que Julieta no veía bien y que esa noche no tenía puestos sus lentes, los que usó durante todo el debate.
Silva recibió una pena a tres años y nueve meses por homicidio culposo agravado por conducción imprudente, negligente o antirreglamentaria de un vehículo, es decir, que no tuvo la intención de matar a Fortunato. Además, le sumaron ocho años de inhabilitación para manejar.