El Ministerio de Educación de Córdoba implementó un bloqueo al acceso de Roblox en las escuelas que forman parte del sistema Educar. Esta decisión se enmarca en un esfuerzo por garantizar entornos digitales seguros para los estudiantes, en un contexto donde la seguridad en línea se ha convertido en una prioridad.
La medida fue comunicada a través de una circular emitida por la Subdirección de Infraestructura Tecnológica y Conectividad. En ella, se solicitó a los proveedores de Internet que apliquen filtros para impedir el acceso a Roblox desde las redes oficiales de las instituciones educativas. Además, se notificó a las escuelas sobre el alcance y la implementación del bloqueo.
Esta acción de Córdoba se alinea con la reciente decisión del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que también bloqueó Roblox tras un presunto caso de grooming relacionado con el uso del videojuego. La preocupación por la seguridad de los menores en plataformas digitales ha llevado a las autoridades a tomar medidas preventivas.
La plataforma permite a los usuarios crear, compartir y jugar experiencias virtuales. Aunque se presenta como un espacio lúdico y educativo, los especialistas advierten sobre los riesgos que implica su uso por parte de menores. Estos incluyen la exposición a conversaciones con desconocidos, la adicción a las dinámicas del juego y la posibilidad de realizar transacciones con dinero real a través de su moneda virtual, Robux.
En Argentina, este juego es extremadamente popular, liderando el ranking de descargas durante 2025 con más de 800 mil instalaciones entre abril y junio. La mayoría de los usuarios se encuentran en el rango de 8 a 11 años, considerado vulnerable a situaciones de manipulación digital.
A pesar de que la empresa detrás de Roblox asegura que la plataforma es “segura y gratuita para niños mayores de cinco años”, las autoridades de Córdoba y Buenos Aires optaron por priorizar la seguridad digital en las escuelas. La medida busca prevenir riesgos y reforzar la protección de los menores en un entorno donde la línea entre el juego y la exposición en línea es cada vez más difusa.