Guerra comercial es un término que se utiliza cuando uno o varios países coloca algunas “trabas” a otras regiones, complicando de cierta manera la comercialización. Este concepto tomó auge tras la asunción de Donald Trump y sus medidas contra algunos países. Para entender cómo lo que sucede en la otra parte del planeta puede llegar a afectar nuestra economía, Juan José Vita, integrante de Fórmula Asesores Financieros brinda un panorama completo de la situación y su incidencia.
¿Qué es una guerra comercial?
Embed - #GuerraComercial 1. ¿Qué es?
El especialista señala que esto sucede cuando por ejemplo hay países que deciden subir los aranceles que cobran sobre importaciones de otros países. En este caso puntual, Estados Unidos decidió subir el porcentaje, en algunos casos muy elevados, a países de Asia, puntualmente China, y algunos de la Unión Europea.
Para darse una idea, la Casa Blanca anunció en las últimas horas que podría elevar hasta el 245% los aranceles a productos provenientes de China. El aumento de esta imposición se podría dar en caso de que Estados Unidos “vea amenazada su seguridad económica” por las medidas de Beijing, anunció la Secretaría de Comercio norteamericana.
Se define “guerra comercial” porque ante la primera medida anunciada, el país que se siente “atacado” tiende a responder con medidas similares, haciendo que el conflicto continúe. “Estas situaciones tienden a ir escalando con el tiempo y generar esta suerte de guerra donde hay respuestas cruzadas entre los países que están vinculados”, complementó Juan José.
¿Por qué nos afecta el conflicto entre Estados Unidos y China?
Embed - #GuerraComercial 2. ¿Cómo afecta a la economía?
Esta situación lleva a que de manera prácticamente inmediata se registre un encarecimiento en los precios de los productos que tienen componentes importados o materia prima, insumos que necesitan los industriales argentinos para sus producciones, por ejemplo.
“Este contexto de guerra comercial aumenta la incertidumbre para quienes tienen negocios donde tienen que importar productos o su costado productivo proviene de otros países. Esta incertidumbre genera que haya una toma de decisiones que empieza a ponerse en duda, a dilatarse en el tiempo y eso va generando que la actividad económica se contraiga porque los consumidores enfrentan precios más elevados, consumiendo menos”, precisó el especialista.
Históricamente estas situaciones han desencadenado aumento de desempleo porque la actividad se contrae y las empresas toman posturas más conservadoras, achicando los gastos.
¿Por qué Argentina se vería alcanzada por la guerra comercial?
Embed - #GuerraComercial 3. ¿Cómo afecta a nuestro país?
Juan José explica: “Argentina es un país exportador de materia prima agrícola. También exportamos petróleo y sus derivados. El hecho de que los precios de estas materias primas caigan, nos afectan en la balanza comercial y en los ingresos por estas exportaciones. Eso lleva a que se retraiga la actividad económica, con una mayor volatilidad en el tipo de cambio, porque el país genera menos divisa y atenta a la acumulación de reservas, poniendo en un contexto más volátil al peso frente a monedas fuertes como el dólar, el euro y demás”.
Pero eso no es todo. La probabilidad de un incremento inflacionario global y la caída en las bolas internacionales lleva a que los inversores adopten una postura más conservadora, evitando acceder a mercados que no ofrezcan estabilidad. En ese contexto, Argentina no presenta la mejor imagen, pero necesita acceder al mercado para financiar su crecimiento. Con tasas de interés que tienen a elevarse, el costo de endeudamiento puede ir al alza, lo que le costaría al país financiar sus actividades.
¿Qué postura adoptar ante esta situación como inversionista?
Embed - #GuerraComercial 4. ¿Cómo afrontar esta situación?
Ante el panorama de incertidumbre en los mercados internacionales, el objetivo principal del inversor es proteger el patrimonio, por lo que la sugerencia es adoptar una postura conservadora evitando endeudarse más de la cuenta.
A la hora de invertir también es ideal ser un poco más conservador, al menos hasta que se calmen los mercados. Invertir en productos que sean menos volátiles ayudará a evitar un mayor riesgo.
Un último punto a tener en cuenta es procurar tener una cartera diversificada, apostando a monedas como dólar, por ejemplo. También instrumentos de renta fija, corto plazo y bajo riesgo. “Para los inversores de largo plazo que piensan tener una cartera pensada de aquí a mucho tiempo, la historia nos indica que lo ideal es, ante situaciones de incertidumbre, no desinvertir todo, sino cubrir parcialmente la cartera y fijarse que sectores pueden verse menos favorecidos. En la práctica seguir invirtiendo y aprovechar las oportunidades que surgen en estos contextos donde la incertidumbre aumenta y hay pánico en los mercados ya que a la larga lleva a preservar mejor nuestro capital”, finalizó Juan José Vita.
Para mayor información consultar a la web de Fórmula, asesores financieros o al mail [email protected].