Juan José Retamero, el empresario español que se mantuvo en las sombras pese a sus inversiones millonarias en San Juan, habló por primera vez en un medio mendocino. En una extensa entrevista a Diario Uno reveló que la emblemática Bodega Resero fue el eje de la disputa judicial con la Federación de Cooperativas Vitivinícolas (Fecovita) que podría redefinir parte de la industria vitivinícola provincial.
Desde hace tres años Retamero mantiene un conflicto judicial y comercial con la federación que incluye causas penales, civiles y administrativas, con cruces de acusaciones de estafa, balances falsos y la imputación en la Justicia de directivos y ex directivos de la empresa vitivinícola. Y el epicentro del conflicto es nada menos que la Bodega Resero, una de las más importantes de San Juan.
Bodega emblemática
Resero, ubicada en Albardón, fue históricamente un bastión de la industria sanjuanina. Funciona desde 1936 y en todo ese tiempo fue una de las responsables de posicionar los vinos de la provincia: el slogan mas repetido es "Resero Blanco Sanjuanino, el vino que hizo famoso a San Juan". En el 2005 paso a manos de Fecovita, y en el marco de la creación de Evisa, una sociedad entre Iberte (empresa de Retamero) y la cooperativa Fecovita, en 2021; la bodega fue el principal aporte de capital no monetario de la cooperativa.
Retamero aseguró al diario mendocino que Resero fue la moneda de cambio en un acuerdo en el que él puso U$S 31,7 millones en efectivo y la cooperativa debía entregar el inmueble, maquinaria, y 2,5 millones de litros mensuales de vino y mosto para exportación. Pero, según su versión, nada de eso se cumplió.
Empresario misterioso
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Retamero (foto diario UNO)
El empresario español, que maneja un holding internacional llamado AISA Group, nunca había dado entrevistas ni permitía que le sacaran fotos. En San Juan se hizo conocido primero por la pelea judicial que desató una de sus firmas con Fecovita pero luego porque en 2023 compró la mina de oro Gualcamayo en Jachal.Ahora esa mina busca la adhesión al RIGI por inversiones cercanas a los 670 millones de dólares. También adquirió en agosto del año pasado el predio de la ex bodega Cinzano, para construir lujosos departamentos, un shopping y un hotel en esa zona vip de San Juan.
Pero su vínculo más estratégico en San Juan fue a través de Iberte, una firma que pretendía profesionalizar la exportación vitivinícola. “Evisa era un sueño. Juntar el capital con la fuerza productora de la mayor cooperativa del mundo”, dijo en la entrevista.
La sociedad que se rompió
Evisa fue creada en febrero de 2021. Y según Retamero, el trato era claro: Fecovita ponía producto y activos físicos; Iberte, el capital. Pero en diciembre de ese mismo año empezaron los desencuentros. “Fecovita no entregó ni la bodega, ni los litros de vino comprometidos. Retiraron el capital y no cumplieron su parte del trato”, denunció Retamero.
Fecovita, por su parte, argumenta que Iberte también incumplió. En mayo de 2022 se disolvió la sociedad y hoy ambas partes se reclaman sumas millonarias. El Tribunal Arbitral de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires tiene la última palabra en materia comercial.
Fecovita no es una empresa más. Es la cooperativa más grande del país, compra uva a cientos de pequeños y medianos productores, y su rol en la cadena de valor vitivinícola de San Juan es estratégico.
El futuro, incierto
Retamero aseguró en la entrevista que, si gana el arbitraje y la disputa penal, los 50 millones de dólares que le reclama a Fecovita serán reinvertidos en una planta fotovoltaica en Argentina. “Quiero que este perjuicio sirva para algo más grande”, dijo.
El caso tiene también aristas penales: hay directivos y exdirectivos de Fecovita imputados por presunta estafa y falsificación de balances. Las causas están en etapa judicial en Mendoza y San Juan.