Hace una semana atrás la vida de Sergio Sánchez no generaba mayores exaltaciones por atender su local llamado “El Gauchito Gil” de la Feria y Mercado de Abasto de Rawson. Pero el pasado lunes decidió vender algo más que los artículos comestibles que se encuentran comúnmente en su almacén y ofrecía un paquete de cigarrillos marca Red Point a $480.
“El primer día no pasó nada, la gente estaba adentro del local y respetaba la distancia, pero al otro día la administración de la feria me dijo que me vaya afuera. Y la verdad es que no entiendo porque, si en principio estaba todo bien con la gente que respetaba la distancia”, afirmó Sánchez a Tiempo de San Juan. Y agregó que “cuando estuvimos afuera se armó. Porque la gente hacia cualquier cosa por comprar y yo lo entiendo, porque cuando uno es fumador la cosa es así. Yo he pagado caro los cigarrillos y sacaba 100 pesos por paquete, y la gente los compra porque quiere fumar”.
La versión policial indica que aquel martes Sánchez no tenía autorización para vender cigarrillos en la calle. Pero fue más preocupante el hecho de que la gente estaba incumpliendo el distanciamiento social. “Me llevaron preso, me sacaron los cigarros, la plata y la camioneta. Y ahora tengo que ver que me dice el juez”, dijo el vendedor. Según informaron fuentes policiales, al transitar por calle Progreso advirtieron una gran cantidad de gente agolpada frente a una camioneta. Cuando se acercaron, dieron cuenta de que se trató del puestero Sergio Sánchez, de 25 años, quien vendía paquetes de cigarrillos marca Red Point en un valor de $600, según la policía.
"En ningún momento fui irrespetuoso con la policía, si incumplí y merezco la multa lo voy a aceptar. Es la primera vez que caigo detenido, pero yo tengo una hija que tiene asma y pago unos remedios re caros, y la plata que hice es para eso, porque yo le tengo que seguir comprando sin importar que me aumenten”, dijo el vendedor que también tendrá que pagar dinero para recupera la camioneta que la policía tomó como evidencia.

“En la feria había dos locales que vendían cigarrillos, yo era uno de eso y lo hacía tranquilo porque es consumo personal, el problema fue que todo el mundo sabía que yo vendía”, contó sobre un evento que todavía no finalizó. Porque a pesar que Sergio Sánchez colocó un cartel que indica que no hay más cigarrillos, la gente sigue acudiendo en su búsqueda.