En Argentina hay nombres que se repiten generación tras generación, siguiendo la tradición familiar o la moda del momento. Pero también existen casos únicos, elegidos por padres que buscan algo distinto, original y con un toque de historia. Uno de ellos es "Era", un nombre femenino tan exótico como escaso: según los registros oficiales, solo cuatro personas en todo el país fueron bautizadas así.
El nombre tuvo su momento de mayor popularidad hace más de un siglo, en 1922, cuando tres bebés recibieron ese nombre. Luego desapareció por completo de las actas de nacimiento hasta 1982, año en que una sola nena volvió a llevarlo. Desde entonces, no volvió a registrarse.
Un nombre con historia y simbolismo:
"Era" proviene del griego antiguo ρα (Hēra), nombre de la diosa Hera, esposa de Zeus y reina del Olimpo. En la mitología, Hera representa la autoridad, la protección y el matrimonio. En su versión latina fue conocida como Juno.
Por esa raíz mitológica, el nombre se asocia con significados como "protectora", "señora" o "reina", aunque también puede interpretarse de forma moderna por su homonimia con el sustantivo "era", como símbolo de un nuevo comienzo, el paso del tiempo o un renacimiento.
Otros nombres poco comunes en el país:
Aunque "Era" encabeza la lista de los más raros, no es el único nombre femenino poco frecuente en Argentina. En los registros también aparecen nombres como Fructosa, Eufemia, Zenobia, Acuarela, Bohemia, Almendra, Fedora, Galatea y Angustias, ejemplos de la creatividad -y a veces la osadía- de algunas familias argentinas al momento de elegir cómo llamar a sus hijas.