Este viernes, el gobernador Marcelo Orrego puso en funciones a la nueva subjefe de Policía de San Juan, Cintia Álamo; y le tomó juramento al nuevo director del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), Carlos Suárez. En este marco, los flamantes funcionarios hablaron con Tiempo de San Juan y explicaron, punto por punto, cuáles son los tres desafíos que tienen por delante en su gestión y los tres objetivos a cumplir.
Cintia Álamo tiene 49 años y casi 30 años de experiencia en la Policía de San Juan, donde llegó a ser comisario. Su nombramiento es un hito en la historia de la Seguridad de San Juan, dado que será la primera mujer en tener este cargo. Pese a que es un logro llegar hasta este puesto, el mismo gobernador aclaró que su designación no tiene nada que ver con el género, sino con su capacidad construida a lo largo de los años.
Álamo manifestó que los tres desafíos a los que enfrenta en su gestión: el primero es perseguir el delito; la lucha contra el narcotráfico ya que es un delito que "intoxica a muchas comunidades y; finalmente, abordar el delito desde una perspectiva social y comunitaria. Por su parte, sus tres objetivos principales son más presencia policial en las calles, incrementar la presencia tecnológica en las investigaciones y aumentar el ensamble entre Policía y Comunidad.
El nombramiento de Suárez también es un antes y un después, ya que es la primera vez que un policía de carrera asume en ese puesto. El flamante director del SPP ocupó el cargo de jefe del Cuerpo Penitenciario entre octubre de 2022 y diciembre de 2023, y a posteriori fue designado como subdirector del Servicio Penitenciario Provincial.
En este sentido, el funcionario indicó que asume con tres desafíos: continuar con los lineamientos marcados por su predecesor, hoy secretario de Seguridad, Enrique Delgado; continuar con la formación continua de los agentes penitenciarios y trabajar con la reinserción social de los internos. Por su parte, el funcionario tiene como objetivo trabajar en en la recategorización de las personas privadas de la libertad a través de una mejora en el sistema carcelario y, en este contexto, mejorar el acceso a los derechos humanos dentro del SPP.