Un preso provocó revuelo en Tribunales a consecuencia de su violenta reacción y los gritos en plena audiencia frente a una jueza y una fiscal en la mañana de este viernes. Mientras los policías lo llevaban a los calabozos también largó algunos golpes. El hombre se puso furioso porque lo acusaron de agredir y amenazar a su exmujer y pidieron el juicio en su contra, y la situación no llegó a mayores porque los uniformados actuaron rápido para controlarlo.
El protagonista del incidente fue Jonathan Emanuel Oviedo Castro, quien en la mañana de este viernes fue llevado a la audiencia de control de acusación ante la jueza Flavia Allende. El reo llegó esposado, dado que actualmente cumple una condena de 6 años de prisión en el penal de Chimbas y a su vez afronta otra causa por violencia de género.
La fiscal Claudia Ruíz Carignano, de la UFI CAVIG, inició una causa penal contra Oviedo Castro porque éste atacó a su expareja en octubre de 2024. Fue en esos días en que el ahora acusado gozaba de salidas transitorias de la cárcel y se reencontró con la mujer.
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La fiscal Claudia Ruíz Carignando expone tras la reanudación de la audiencia, ya sin la presencia del reo.
Eso sucedió el 31 de octubre de 2024. Oviedo Castro fue a la casa de la mujer en Médano de Oro, Rawson y le hizo una escena de celos después de que ella se tomara unas fotos con una amiga. “Te voy a matar. Te voy a apuñalar entera”, le gritó y la tomó a golpes de puños.
Un vecino llamó al 911 al ver dura golpiza y minutos más tarde arribó una patrulla policial. Oviedo Castro se metió a la casa y escapó de los uniformados por los fondos. A partir de ese entonces se mantuvo prófugo por un tiempo hasta que lo detuvieron y lo llevaron de regreso al penal para que continuara cumpliendo su condena.
Paralelamente, la fiscal Ruíz Carignando avanzó con la investigación contra Oviedo Castro por las agresiones a su expareja. Y este viernes realizaron la audiencia de control de acusación en la cual la representante del Ministerio Público Fiscal expuso los cargos contra el detenido.
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La jueza de garantías Flavia Allende.
El reo escuchó la exposición de la fiscal, quien le atribuyó los delitos lesiones y amenazas y pidió llevarlo a juicio. Hasta ahí Oviedo Castro mantuvo la calma, pero su rostro cambió en el momento en que la jueza Allende dijo que iba a resolver. En esos instantes el preso se desfiguró y pegó el grito. Todo alterado, exclamó que buscaban condenarlo de nuevo y que no lo iba a aceptar. También largó insultos.
La situación fue por de más violenta, al punto que los policías que lo custodiaban lo tomaron de los brazos y lo sacaron de la sala de inmediato entre forcejeos, ante la mirada de asombro y preocupación de su defensor, la fiscal, la ayudante fiscal, la operadora y la propia jueza. Oviedo no se calmó ni siquiera en los pasillos del subsuelo, puesto que continuó gritando y largando golpes contra las paredes mientras lo trasladaban a los calabozos. El alboroto se escuchó en las otras salas.
Tras el incidente, la jueza resolvió pasar a un cuarto intermedio y más tarde dispuso que Oviedo fuese llevado al penal, a la vez que ordenó medidas de coerción para éste no moleste ni tome contacto con la víctima.