La Sala I de la Cámara Penal lleva a cabo el juicio por el robo a la empresa de Sánchez Huerta, que fue víctima de un grupo de ladrones que robó a mano armada la sede de Ruta 40 y San Lorenzo y se llevó una gran cantidad de plata argentina, chilena y estadounidense.
En el primer día de audiencia, uno de los acusados, Alejandro David Zapallá, señaló que él no formó parte del robo y que fue una víctima más. El sujeto agregó que solo fue a ese lugar para entregar una licitación. Esta declaración va a contramano de los de los testimonios de los trabajadores de la empresa, que lo complicaron aún más.
No es solo una persona la que sospechó de Zapallá, sino que varios empleados vieron el dudoso actuar de este hombre al momento del ataque en la empresa San Francisco de Sanchez Huerta.
Los dichos del presidente de la empresa fueron cruciales. Gustavo Sánchez Huerta declaró que le parecía rara la actitud que tenía Zapallá, porque dijo había empezado a frecuentar el lugar para pedir dinero para comprar ropa en Mendoza. Lo sospechoso es que estas visitas siempre eran cuando tocaba mover el dinero de las cajas.
Otro de los relatos en el que está implicado es el de un empleado del Servicios San Francisco, que está en la misma propiedad. El testigo comentó que en un momento determinado, cerca de las 13 horas, Zapallá preguntó por un ejecutivo, a lo que él respondió que no estaba. Poco después, relató el trabajador, un sujeto le tocó la espalda y cuando se dio vuelta para ver quién era, se trataba de un delincuente que le apuntó con un revolver
Una de las declaraciones que también complicaron a Zapallá fue la del propio jefe del acusado. Es que el empleado dijo que ese día él dejó unos documentos en la estación de servicio y se fue, pero el no fue así e incluso el detenido salió del lugar todavía con los papeles que llevaba, antes de que llegaran los ladrones.
Pero esa entrega que no se concretó no fue lo único que levantó sospechas contra Zapallá. Es que según dijo el jefe, los papeles siempre se enviaban de lunes a viernes y nunca los sábados (día que ocurrió el robo). A esto se suma que en el momento que la Policía mostraba los videos, se lo puede ver al acusado muy nervioso y que siempre intentaba entrar a la sala para ver pero nunca lo dejaron.
La secretaria del dueño también fue testigo de movimientos sospechosos por parte del acusado, e incluso pudo hablar con él. En Tribunales la mujer explicó que vio a Zapallá con otro 4 sujetos más aproximadamente en la entrada y que todos entraron al edificio. La banda llegó hasta el primer piso, donde se cruzaron con la mujer y ella le preguntó, “¿vienen con vos?” . El empleado infiel lo negó y siguió caminando. Apenas un minuto después, apareció un desconocido esgrimiendo un arma de fuego exigiendo que le den el dinero y obligando a la testigo que se agache para que no lo vea.
Estos son uno de los dichos que declararon en tribunales los trabajadores y ejecutivos de la empresa Sanchez Huerta. Estas mismas declaraciones, que antes se dieron en el marco de la investigación, son las que complican a David Alejandro Zapallá.
El juicio sigue su rumbo a lo largo de toda esta semana, con las testimoniales que los abogados defensores y fiscalía pidan durante las audiencias. El juez Iglesias preside el juicio.