El proyecto sobre impuesto a los combustibles establece la eliminación de cinco fideicomisos y fondos nacionales, al tiempo que indica que “los recursos asignados a estos fideicomisos y fondos nacionales, excepto los previstos en el Impuesto a los Combustibles Líquidos -Ley 23.966-, a partir de la vigencia de la presente ley serán distribuidos” de conformidad con los artículos 3 y 4 de la Ley de Coparticipación Federal.
Sobre lo recaudado por el impuesto a los combustibles, propone que sea distribuido: en un 14,29% al Tesoro Nacional; en un 57,02% a las provincias; y en un 28,69% al Sistema Único de Seguridad Social, para ser destinado a la atención de las obligaciones previsionales nacionales.
En cuanto al porcentaje destinado a las provincias, un 25% deberá ser repartido en partes iguales a todas las jurisdicciones, mientras que el otro 75% será de acuerdo a los índices de coparticipación.
Por su parte, la iniciativa sobre los Aportes del Tesoro Nacional prevé que esos recursos deberán repartirse respetando los porcentajes de la Ley de Coparticipación y agrega que "la redistribución procederá en forma diaria y automática y en las mismas condiciones que las dispuestas en el artículo 6 de la Ley 23.548 y los recursos que la compongan serán considerados a cualquier efecto como integrantes de la masa de fondos coparticipable".
Los representantes de las provincias manifestaron su parecer
Tras avalar el tratamiento sobre tablas, el senador puntano Fernando Salino ofició como miembro informante y luego, pidió por un marco de federalismo: “Nosotros vamos por el federalismo porque tenemos la convicción de que el crecimiento y el despegue de la Argentina pasa por las provincias”.
En medio del conflicto entre las provincias y el presidente Javier Milei, el legislador aclaró que “no estamos creando un impuesto nuevo porque hablamos de temas relacionados pura y exclusivamente con la distribución de un impuesto”. Reiteró, en varias oportunidades, que “lo hacemos en el marco de la Constitución Nacional y no estamos creando ningún tributo”.
En representación de Unión por la Patria, añadió que “desde la política sabemos que no es un tema fácil y desde el partido que ocupo, para nosotros primero está la Patria, después del movimiento y por último, estamos los hombres”.
Minutos después, el senador sanjuanino Sergio Uñac se manifestó en el mismo sentido, y agregó: “Representamos a los pueblos de las provincias y entendemos la situación que se atraviesa y la baja en la distribución de los fondos de coparticipación. Es importante asumir el compromiso de hablar con cada uno de los gobernadores para tener el mismo correlato”.
En segundo lugar, la senadora cordobesa Alejandra Vigo le enrostró un cuestionamiento al jefe de Estado por la ausencia de un “conocimiento cabal de recorrer las provincias, hablar con los gobernadores y los municipios”. En otro punto, afirmó que “las provincias sostienen la atención de la salud, la educación, la seguridad y la justicia”, y concluyó que “si esos fondos no están, se ven afectados los ciudadanos del interior”.
La senadora rionegrina Mónica Silva, alineada con el gobernador Alberto Weretilneck, remarcó que “hay fondos ya existentes que pedimos que sean redistribuidos de otra manera”. En la misma línea, pidió cumplir con la Constitución Nacional y remarcó que “no podemos pensar que el federalismo no tiene carnadura”.
De la misma manera, señaló que “estas leyes (aprobadas) no son para hacerle favores a nadie, sino que tienen que ver en como comprendemos la realidad al interior de nuestro territorio”. En última instancia, aclaró que “estamos pidiendo que la coparticipación federal se distribuya de mejor manera” porque “actualmente ingresa por goteo”, concluyó.
También, el senador porteño Martín Lousteau expresó que “todos esos ATN -que deberían ir a las provincias y el Gobierno los retiene-, cuando hay emergencias Nación no los gasta y cuando desequilibrios no los transfiere. Entonces los gobernadores, con prudencia, piden repartirlos tal como la Ley de Coparticipación”.
Opositor a La Libertad Avanza, el senador fueguino Pablo Blanco cargó que “el Gobierno nacional tiene que cumplir con los compromisos asumidos con ciertas provincias para la finalización de obras públicas”. “Voy a acompañar estas dos leyes porque hacen falta”, señaló en el recinto.
La legisladora tucumana Beatriz Ávila, aliada desde el principio del oficialismo, señaló que “los senadores somos la voz de las provincias y por eso debatimos acá este proyecto”. Además, consideró que “es un trabajo prudente y se trata de recursos que no les corresponden al Gobierno nacional. Son de las provincias y las provincias son preexistentes a la Nación”.
Los cierres del debate
A la hora de los cierres, el titular del bloque radical, Eduardo Vischi, se sumó a las quejas por carecer de Presupuesto desde hace dos años. No tenerlo, dijo, “equivale a darle cierta discrecionalidad al Poder Ejecutivo”. Agregó que “hay una Argentina que se debate en algunas grietas, que se debate en qué Estado queremos, qué estado podemos tener y qué Estado podemos solventar”.
El legislador correntino sostuvo que “el debate es cuidar el gasto público, tener equilibrio fiscal, se valora muchísimo, pero si no hay presupuesto no sabemos dónde está el equilibrio, dónde se están poniendo las prioridades”.
Sobre el final, el legislador radical señaló que “es un acto de justeza y realmente de federalismo que se aplica y no se declama el hecho de que se distribuyan los recursos que hoy están siendo retenidos por la Nación, y como son de las provincias, no generan un mayor gasto público y no tendrían porqué afectar el equilibrio fiscal”.
Luego la senadora Juliana di Tullio intervino, comentando inicialmente que durante su trayectoria tuvo “sesiones difíciles”. “Ahora, sesiones donde hay un Poder Ejecutivo con nulo compromiso con las instituciones, la verdad es la primera vez que me pasa”, aseguró.
Di Tullio hizo hincapié en que “vivimos una situación inusitada: que un funcionario de esta casa interpretara con una serie de consideraciones, como si fuera más que los senadores, si teníamos dictamen o no. Eso es gravísimo, yo no lo vi nunca, y tengo 20 años de legisladora nacional”.
Contó además que “cuando llegamos a este recinto, nos cortan el sistema de votación, nos tratan como si tuviéramos 14, 15 años”, ante lo cual “vamos a exigir una auditoría: es imposible lo que pasó. Además, oh casualmente, cuando se terminaron lso temas ríspidos, cual milagro de la iglesia que fue a inaugurar el presidente el sábado, se terminaron los problemas”.
Luego la emprendió contra el presidente, cuya entrevista del miércoles desgranó. Hizo hincapié en sus dichos respecto de que si los senadores rechazan el veto, lo va a judicializar. Y desde la Bolsa de Comercio este jueves insistió, diciendo que los gobernadores “están desesperados”, repitió que lo va a vetar, pero apostó cien mil a uno que va a vetar. Ante lo cual ella aseguró, y apostó lo mismo, que van a insistir. “El Poder Ejecutivo tiene la prerrogativa de vetar, y el Poder Legislativo puede insistir”, remarcó, asegurando que no tenía registro que un presidente en democracia haya judicializado una ley, como anticipó el presidente Milei. “No es creativo el presidente, es peligroso para la democracia, para las instituciones: está avasallando el Poder Legislativo”, advirtió, y le sugirió al presidente tomar nota que las leyes aprobadas este jueves fueron por unanimidad o los dos tercios.
Cerró el debate el presidente del interbloque Unión por la Patria, José Mayans, con un mensaje directo a los gobernadores. En principio, pasó la factura por las bancas vacías que había en ese momento. “Ya asumieron un compromiso y veo muchas bancas vacías. Acá falta mucha gente y el compromiso era trabajar juntos. Hay un salmo que dice ‘presintiendo el desastre’… Acá los gobernadores acaban de darse cuenta de que el programa económico no va. Lo que está madurando acá, están presintiendo que va a haber problemas duros, y en salvaguarda están pidiendo que tratemos esto”, señaló el formoseño.
Mayans se preguntó “qué es lo que pasa con los gobernadores. Para mí es el destrato y la humillación por parte del presidente. Y fíjense ustedes cuando hay varios gobernadores que le dicen: ‘tenemos este problema con el plan económico’. El presidente los humilla y los manda a hablar con Sturzenegger, el bárbaro… Y éste les dice que ahora les va a pasar a ellos la motosierra, porque son unos gastadores compulsivos”.
“Entonces, podemos engañarnos y decir que es un acto de madurez de los gobernadores que ahora se encontraron y hablan… No, los une el espanto ahora”, aseguró, para agregar que “los gobernadores ven el peligro, porque acá el problema es que el programa económico no cierra”. Y tras advertir que lo que busca el Gobierno es llegar a octubre y después será un “sálvese quien pueda”, consideró que “los gobernadores dicen: nosotros tenemos que hacernos de estos fondos antes que esto explote en octubre, por eso presentaron esto ahora. Se dieron cuenta que no tienen salida”.