Fue un tío de Rubén Elizondo quien le franqueó la puerta de la cochería a Tiempo de San Juan. Declinó dar su nombre, pero agradeciò el pésame y dijo que desde que trajeron el cuerpo de su sobrino para ser velado públicamente, la familia y los amigos no han dejado de expresar el dolor y el desconcierto por semejante desenlace en la vida del agente penitenciario.
La sala principal de la cochería San Ramón estaba atestada de gente este sábado. Además de los familiares y los vecinos, se contaban por decenas los compañeros penitenciarios del agente asesinado de un tiro, cuando intentaba evitar un robo a mano armada en un comercio vecino.
Gabriela, la hermana de Rubén y Facundo, el hijo del agente, hicieron público a través de los medios y las redes su inconsolable dolor por la pérdida terrible que han sufrido. Uno de los agentes presentes en el velatorio dijo a Tiempo de San Juan que incluso hubo gente que no era conocida por el difunto y que se acercó a dar el pésame.
En las coronas dispuestas para Rubén Elizondo, podían leerse los nombres de los familiares directos, de los vecinos, de los amigos más cercanos, y hasta del Servicio Penitenciario Provincial, donde mostraron su dolor y su resignación desde el director hasta el último agente por su compañero caído, incluso cuando Elizondo ni siquiera estaba de servicio cuando ocurrió la tragedia.