En 1964, el hallazgo del cuerpo de Ruperto Narciso Cortez en un canal de Chimbas reveló que había sido asesinado, y aunque un testigo acusó a Andrés Mercedes Pérez, su coartada y la falta de pruebas firmes lo llevaron a ser absuelto en 1965. A más de 60 años, el crimen sigue sin resolverse y permanece el interrogante sobre quién mató al changarín chileno.