Lo que solo quedaba en las cocinas y los picnics desde el siglo XVII se convirtió en 1959 en una tendencia recurrente en los armarios femeninos y masculinos. El estampado de cuadros Vichy, llamado así por su origen en la ciudad francesa del mismo nombre, se caracteriza por sus cuadros en blanco combinados con otros en cualquier otro color (rojo, azul, rosa, celeste, negro, verde…).
El boom de este estampado tuvo lugar en la boda de la explosiva actriz Brigitte Bardot con Jacques Charrier (1959). Su íntimo amigo, el diseñador Jacques Esterel, apostó por romper con la tradición nupcial con un vestido de corte New Look de Dior con estampado de cuadros Vichy en rosa y blanco y detalles de encaje blanco en mangas, escote y bolsillos. Entonces el vichy no estaba de moda y casarse con él fue toda una declaración de intenciones, se casaba la Bardot y no podía pasar desapercibida.
La pasarela internacional se ha rendido a este estampado para la primavera verano del 2015, así se ha demostrado en las colecciones de Oscar de la Renta, Diane Von Furstenberg y Altuzarra, entre otros. Y cuando la pasarela lo reclama y las firmas dan su visto bueno, la calle lo busca. Por eso, Zara, Mango y otras marcas han apostado por incluir la tendencia de los cuadros de Vichy en sus prendas.