Las mascotas están estrictamente prohibidas en el edificio de la ciudad taiwanesa de Kaohsiung, donde viven Rick y Doris Huang con su hija Pino, pero ellos han colocado la imagen de su adorado husky, Ham, en el salón. Con 122 m2 y vistas a un parque, este loft estaba compartimentado en exceso y decorado con pesados muebles de madera, un suelo blanco y cursis cortinas de encaje. Urgía adaptar la distribución a sus necesidades y actualizar su look, un tanto rústico, así que sus propietarios recurrieron al decorador Ivan Chen, del estudio Hao Design, quien confiesa que, además de duplicar la luz y utilizar materiales naturales, las demandas decorativas de la pareja fueron bastante simples: "sólo queríamos algo diferente”, señala Rick.
Aún en contra de la costumbre y filosofía oriental, en los que la cocina siempre se encuentra en habitaciones estrechas, oscuras y sin ventanas, la idea principal de Chen fue crear un salón abierto a la cocina, para que Rick diese rienda suelta a una de sus pasiones: cocinar. "Mi marido siempre se queja de que mi comida es comestible pero no deliciosa”, nos cuenta entre risas Doris mientras admite que sus habilidades culinarias son muy inferiores. Este potente cambio en la distribución y el uso de gran número de elementos industriales, como muros de hormigón, paredes de ladrillo visto o tuberías metálicas, ha sido lo que ha convertido este apartamento de tradición oriental en un espacio con claras reminiscencias de estética loft al más puro estilo neoyorquino.
Sobre la decoración, además de los muebles y las piezas de diseño, súper escogidas, que personalizan cada uno de los ambientes, sorprenden algunos inteligentes y bien pensados recursos, como la funcional estructura de hierro tubular oxidada, que separa la zona del recibidor del salón y cuya misión principal es evitar tener una visión directa de la ventana nada más entrar (un principio totalmente prohibido en el feng shui); la gran isla central de la cocina, cuya base está formada también por varias tuberías de hierro pintadas en amarillo chillón, o la vitrina hecha a medida en metal y vidrio del pasillo, donde lucen expuestas las diferentes colecciones de objetos fetiche de Rick, el propietario de la casa.
Fuente: Elle.es