"Al que nace pa martillo, del cielo le caen los clavos", dice Rubén Blades en Pedro Navaja. Y hoy, al "martillo" Ramiro Marra, le cayeron como gotas de lluvia los clavos de sus votantes.
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SUSCRIBITE"Al que nace pa martillo, del cielo le caen los clavos", dice Rubén Blades en Pedro Navaja. Y hoy, al "martillo" Ramiro Marra, le cayeron como gotas de lluvia los clavos de sus votantes.
Más vivo que el hambre, el libertario, que está en una campaña sin tregua contra el peso argentino, decidió vender dólares en la vía pública, y filmarlo.
Lo que seguramente fue una estrategia de márketing electoral le sirvió, de paso, para hacerse con un "sencillito".
Marra le extendía un dólar a cada enfervorizado libertario que lo rodeaba, a cambio de 1.000 pesos. Lo hacía naturalmente, para demostrar que el dólar ya está entre nosotros y que la dolarización sería solamente una manera de blanquear lo que es una realidad efectiva.
Ya había dado señales parecidas en televisión, días atrás, cuando le mostró al conductor que en sus bolsillos llevaba dólares, y no a moneda nacional.
Por cada dólar que le "vendía” a su público (algunos le pedían que se los firme) cobraba 1.000 pesos, dijimos. El tema es que la cotización del dólar en ese momento era de 985 pesos. Ahí ya se hizo de quince pesitos por dólar.
Para su suerte, horas después y tras conocerse la ampliación del swap chino por 6.500 millones de dólares, el blue se desplomó hasta los 905 pesos, lo que cerró el negocio del libertario. Si rápidamente fue a hacer el rulo (lo que no sería extraño, ya que es heredero de una financiera que está en la mira de la AFIP por operaciones de divisas ilegales), la cuenta es simple: le hizo casi 100 pesos a cada dólar.
Si la operación fue repetida con 1.000 simpatizantes, se llevó 100.000 pesos a casa. Nada mal para una horita de "trabajo".
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