Según la fiscalía, los profesionales que se sumaron a la causa, que por ahora tiene 9 imputados, colaboraron para que la prestadora cobrara dinero por servicios fantasmas. La auditora de la OSP guardó silencio en la audiencia, mientras que el ex empleado de la empresa en la mira dejó entrever que su nombre y su firma podrían haber sido usados por terceros.