Un nuevo sanjuanino llegó al escenario de La Voz Argentina, lo que le permitió alcanzar gran cantidad de hogares del país con su música. Aunque no logró convencer al jurado, por lo que no se giró ninguna silla, se mostró agradecido por la oportunidad. Al mismo tiempo, dejó una perlita: fue acompañado por su madre y su hermano, conocido en el país por el video viral filmado en Chimbas de “esto se va a descontrolar…”.
Fernando Suárez, de 32 años y quien es estilista, fue el cantante amateur oriundo de San Juan que llegó esta vez al escenario con una versión sentida de Iris de la banda estadounidense de rock Goo Goo Dolls.
Embed - La Voz Argentina on Instagram: "Fernando Suárez tiene 32 años, es de San Juan, estilista y cantante amateur #LaVozArgentina con @nicoocchiato al mando y coaches de lujo: @lali, @luckra, @sole_pastorutti y @mirandaenvivo Disfrutalo también en @streammaxar"
El joven se mostró seguro frente a las cámaras. Sin embargo, al finalizar su audición, ninguno de los coaches (Soledad Pastorutti, Lali Espósito, Luck Ra y el dúo Miranda!), giró su silla. Más allá de eso, su reacción fue de agradecimiento. “Me voy súper feliz”, aseguró.
Al mismo tiempo, indicó que: “Canto todo tipo de música, pero me gusta más lo internacional”. Y agregó: “La energía me jugó una mala pasada. Y esto es parte del camino”.
Cuando le preguntaron si era su primera vez en un escenario, respondió con una frase que conmovió: “El único escenario que conozco es el de mi habitación”. A pesar de no ser profesional ni contar con experiencia escénica, su valentía lo llevó a una de las pantallas más grandes del país.
Su hermano, el conocido espectador que lo miró de cerca
Muy cerca de Fernando estuvo su hermano menor, Tomás Suárez, el recordado protagonista del video viral “esto se va a descontrolar”, que marcó a toda una generación de usuarios en las redes sociales.
Fernando viajó desde Chimbas acompañado por su madre Cristina y Tomás, que en 2016 se hizo conocido cuando, a los 11 años, cayó junto a otros tres niños desde el techo de una precaria casilla mientras gritaba la frase que quedó inmortalizada en internet. La secuencia, filmada con un palo selfie, recorrió millones de pantallas y convirtió a esos niños en inesperados protagonistas del humor viral argentino.
La historia de la familia Suárez tiene su origen en el humilde barrio Luz y Fuerza II, ubicado en Chimbas. Fue allí donde, hace casi una década, Tomás y sus amigos Luciano Tejada y otros dos niños del barrio improvisaron una estructura de madera y chapa a la que llamaban “la casita”. En ese contexto, experimentaban con el entonces novedoso palo selfie, registrando sus juegos sin imaginar el impacto que tendría uno de esos videos.
La construcción era un refugio improvisado donde se juntaban a jugar y compartir tardes de infancia. El día de la caída, la secuencia comenzó como un intento por filmar un salto divertido. La estructura no resistió el peso y colapsó, provocando una aparatosa caída que afortunadamente no derivó en lesiones graves. El video fue compartido inicialmente entre amigos y familiares, pero rápidamente se viralizó, convirtiéndose en uno de los fenómenos digitales más recordados de la provincia y del país.
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En la edición de La Voz Argentina, Nico Occhiato no dejó pasar la oportunidad de recordar el episodio y le preguntó a Tomás cómo recordaba aquel día. “Yo hasta ahora sigo sorprendido de ese video. No lo creo”, admitió entre risas, dejando en claro que el episodio sigue siendo motivo de anécdotas y bromas. Además, aseguró que más allá del estruendo que generó la caída, “fueron golpes y nada más”, minimizando el impacto físico del accidente.
Cristina, la madre de los hermanos, no ocultó su orgullo por el recorrido de ambos. Destacó el esfuerzo de Fernando en la música y la simpatía de Tomás, quien en el barrio es conocido por el apodo de “El descontrol”, en referencia a la frase que lo hizo popular.