Si hay una tierra en la que se honran las costumbres y raíces provinciales y nacionales es Jáchal. A su convocante Fiesta Nacional de la Tradición que celebra en cada noviembre, a lo largo del año le suma distintas actividades en la que siempre se realza lo propio, lo nuestro. Y el mate, siendo un símbolo inequívoco de la identidad argentina, cuenta con su espacio exclusivo en la patria de Buenaventura Luna.
Para llegar al ‘Monumento al mate’ hay dirigirse a Pampa Vieja, una localidad que se ubica a unos 8 kilómetros del centro jachallero. A la vera oeste de la ruta provincial 491 se encuentra la plaza 30 de Noviembre, que es donde una enorme pava y su inseparable compañero -de proporciones similares- acaparan toda la atención.
Han pasado unos cuantos años desde que este monumento fue inaugurado en este pulmoncito verde, pero los valores que simboliza están más vigentes que nunca.
“Esto es un gran símbolo a la amistad que se nos propuso hacer a un grupo de trabajadores del área de Turismo de la Municipalidad de Jáchal. Una mateada invita al diálogo, invita a proyectar, invita a cualquier tipo de cosas que siempre alimentan el espíritu”, recordó Segundo Luján, quién redondeando la idea agregó: “Acá está la costumbre, si visitas a algún amigo o algún pariente, que apenas llegues a su casa te inviten un mate. Eso es típico del pueblo de Jáchal, por eso este monumento para nosotros es el símbolo a la amistad”.
En cuanto a los materiales y la manera en la que se construyó este guiño a la argentinidad, Luján aseguró que se usaron piedras de la zona, aportando un dato más que destacado: “Para algunos autores precisamente Jáchal significa ‘piedra acarreada’”.
“Acá solamente hubo voluntad de trabajo. No intervino ningún ingeniero, ni ningún arquitecto que nos haya guiado para hacerlo. Tardamos más o menos unos tres meses en hacerlo y participamos unas 13 o 14 personas entre mujeres y hombres, todos pertenecientes a Turismo”, apuntó Luján mientras su compañero Mario Páez -gran artesano de la zona- asentía a su lado.
Acá está la costumbre, si visitas a algún amigo o algún pariente, que apenas llegues a su casa te inviten un mate. Eso es típico del pueblo de Jáchal, por eso este monumento para nosotros es el símbolo a la amistad Acá está la costumbre, si visitas a algún amigo o algún pariente, que apenas llegues a su casa te inviten un mate. Eso es típico del pueblo de Jáchal, por eso este monumento para nosotros es el símbolo a la amistad
Detalle para nada menor, a la espalda de la tetera y el mate hay una pequeña gruta, en la que se puede visitar y rezar a la Virgen de Santa Bárbara de Mogna, la patrona de los jachalleros.
Es sorprendente la cantidad de personas que no pueden evitar pararse cuando divisan este particular monumento enclavado en Pampa Vieja. Si bien no cuenta con una fiesta exclusiva para ensalzar aún más su presencia, es habitual ver a amigos, familias y parejas mateando en el lugar. Los fines de semana, los más dormilones se quedan con los peores lugares por la alta demanda de esta plaza jachallera.