Asoma un choque de pesos pesados en las elecciones del sindicato de la salud de San Juan. Hay dos candidatos confirmados para los comicios internos de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) en la provincia. El secretario General, Alfredo Duarte, busca revalidar sus credenciales una vez más. El vocal titular, Adrián Verni, plantó la bandera opositora. Es una pulseada entre dirigentes que supieron ser aliados durante años. Una aparente promesa incumplida quebró la relación entre el líder sindical y su secretario. Duarte desmintió.
El martes 13 de mayo, Verni tuvo su último día en la sede central de ATSA, ubicada por calle Santa Fe. Retiró sus pertenencias y cuadros del Club San Lorenzo de Almagro. La salida marcó el cierre de una etapa en el sindicato y de una sociedad política de décadas. El integrante de la Comisión fungió de secretario privado de Duarte y principal apoyo político interno en el sindicato. Según fuentes calificadas, los dos tenían un pacto sucesorio que, todo indica, el secretario General no cumplió. Eso provocó que Verni tome la posta y genere un espacio opositor competitivo.
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En primera fila, Duarte y Verni.
De acuerdo a las fuentes, Duarte acordó que Verni fuese el siguiente timonel del gremio de la sanidad. Principalmente, después de algunos inconvenientes en el estado de salud que sufrió el líder histórico de ATSA, que participa activamente de la vida en el sindicato desde 1983 -retorno de la democracia- hasta la actualidad. Después de casi cuatro décadas en el poder -bajo las normas estatutarias y legales-, con algunas interrupciones, Duarte habría decidido entregar el mando al hombre de mayor confianza, pero algo cambió. El sindicalista resolvió continuar como representante de los médicos, enfermeros y trabajadores de la salud sanjuanina. Es decir, ir por un nuevo mandato. Al contrario de las aspiraciones de Verni.
Desde el entorno del exasesor Legal y todavía vocal de la Comisión Directiva, aseguraron que no hubo "deslealtad" en la jugada de presentarse por afuera del oficialismo. Justamente, argumentaron que hubo una charla con Duarte en ese sentido. Después hay otros elementos que condimentan la pulseada. Sin duda, el difícil momento del sector sanitario en San Juan. Sin ir más lejos, la interna se destapó después del anuncio -amague- del Colegio Médico sobre el cierre del Centro Integral de la Mujer y el Niño (CIMYN) por una presunta deuda, que está judicializada, de la Obra Social Provincia, por 1.200 millones de pesos.
Naturalmente, siempre está el aspecto político partidario. Duarte es peronista ortodoxo del estilo "del trabajo y el ahorro", mientras que Verni suele comentar en los pasillos de los sanatorios que "soy de la sanidad, pero después voto al que quiero". Desde oficialismo señalaron que la nueva oposición tiene buena sintonía con el orreguismo a través del vicegobernador Fabián Martín. Pero hay que tomarlo con pinzas. Sobre todo porque el Gobierno provincial desmiente los contactos. Pasó lo mismo con la Federación Gaucha y la Federación de Ciclistas. Incluso, sigue pasando en relación a las elecciones en la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ).
Verni arrancó la campaña en conjunto con la agrupación que supo conducir y que todavía le es afín: la Juventud Sindical. La agrupación Celeste y Blanca impulsa su candidatura a secretario General. La propuesta madre es "terminar con la eternización" a través de la reforma del estatuto y que los exsecretarios Generales sólo puedan reelegir una vez y luego queden como socios vitalicios que funcionen como consejeros de otras administraciones. Aparentemente, además de la presencia en redes sociales, Verni recorrió algunos centros de salud como el Báez Laspiur de Chimbas. En tanto, Duarte cuenta con el aparato sindical y con el conocimiento profundo en los bemoles de la campaña.
Duarte aseguró a Tiempo que no existió tal compromiso y que la sucesión sólo la resuelve la Comisión Directiva. "No ando ofreciendo cargos", dijo. Además, aseguró que "él está en todo derecho de irse y armar una lista" y que nunca hubo un acuerdo porque "sería faltarle el respeto a los afiliados". "Jamás asumí un compromiso de cambio de mando", enfatizó.
Con todo, queda una duda: la fecha de las elecciones, que puede movilizar a los aproximadamente 4.000 afiliados de ATSA. Técnicamente, el mandato de Duarte finaliza el 22 de diciembre. Ergo, los comicios deberían realizarse antes. Se especula con que los afiliados podrían ir a las urnas a fines de julio.
¿Un tercer armado?
Fuentes consultadas indicaron que el enfermero del Hospital Rawson, Andrés Oviedo, tiene intenciones de presentarse una vez más. El profesional de la salud ya se enfrentó con Duarte en el 2016 y perdió. En ese momento, el oficialismo obtuvo el 66% de los votos.