En los primeros minutos del último domingo, en San Martín, un automóvil atropelló a cinco personas que caminaban al costado de la calle y dos de ellas, producto del impacto, perdió la vida tras el siniestro vial y, después de que la justicia interviniera para esclarecer los hechos, se constató que el conductor estaba borracho al volante.
Un joven de 15 años y un bebé de un año y 11 meses fueron las víctimas fatales del siniestro vial. El más pequeño sufrió una fractura en el cráneo y, por su delicado estado de salud, permaneció internado en el Hospital Rawson hasta que su corazón dijo basta y falleció el lunes. Los sobrevivientes, un nene de 14 años, una muchacha de 25 y un joven de 22, siguen en el nosocomio luchando por su vida.
Según los primeros peritajes, el sujeto de 35 años que conducía el Volkswagen Bora que embistió a los peatones que circulaban por calles Godoy Cruz y Cortínez, en el departamento sanmartiniano, fue sometido a un examen toxicológico y a un dosaje por el que esperan los resultados para constatar si había consumido alcohol o algún otro tipo de sustancia. Sin embargo, personal policial de la Comisaría 19º le realizó el control con la pipeta y lo que arrojó fue que tenía 1,85 grados de alcohol, casi cuatro veces más de lo permitido (0,5 grados).
Desde el Primer Juzgado Correccional informaron que secuestraron el vehículo, en el que encontraron una lata de cerveza, para realizarle los peritajes correspondientes como así también se realizaron pruebas planimétricas en el lugar del incidente. En ese sentido, el juez subrrogante Eduardo Raed aseguró que está en condiciones de imputarlo por homicidio culposo doblemente agravado por el exceso de alcohol y por el número de muertos.
El conductor, Rafael Nicolás Castro, permanece detenido en la seccional 19º mientras espera ser indagado por el magistrado que instruye en la causa. Esto recién se producirá cuando cuente con todos los informes, según aseveró.