Todo comenzó en 2004. Juan Pablo Arabel Trucco, estudiante de Abogacía, estaba en Córdoba cuando el padre de un amigo le vio pinta para este trabajo y le preguntó: “¿Por qué no seguís para martillero? Probá con eso, que está bueno”. El joven confió en esa palabra, y tras dos décadas de arduo trabajo, hoy es uno de los principales profesionales del rubro y un referente en el mundo del remate en San Juan.
Esa propuesta también fue aceptada por cuestiones laborales, manifestó Arabel Trucco a este diario. Comenzó trabajando con el padre de su amigo, fue aprendiendo de la profesión y luego ganó su terreno en San Juan.
Por supuesto, el camino no fue fácil. “Para un remate hay que practicar mucho, como en todo”, expresó. Las primeras subastas fueron de bienes de bajo costo en la Justicia. Paso a paso, el potencial del martillero público iba en crecimiento hasta llegar a subastar elementos de altísimo valor.
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Actualmente, Arabel Trucco es uno de los rematadores estrella en San Juan. Su dinamismo y rapidez para hablar generan grandes expectativas entre los postores, quienes conocen del trabajo del martillero.
Remate tras remate, como el ocurrido el pasado 13 de septiembre en la Caja de Acción Social (CAS) con la subasta de 71 vehículos de la Policía de San Juan, le provocan muchas esperanzas. Hay un solo motivo: “El espíritu de la subasta sigue intacto”.
El secreto para ser un buen rematador
“El remate es lo más incierto que existe. Podés comenzar con una base baja y terminar con un precio de mercado”, aseguró. Sobre su labor, manifestó que el propósito es tentar a los pujadores y convencerlos que está comprando un elemento muy bueno.
Además, entiende las necesidades de los interesados en tiempos de crisis económica: “Es notoria y los compradores aprovecharon las oportunidades”, expresó en una subasta ocurrida en septiembre de 2023.