Carlos Fagale es uno de los personajes que marcó a fuego la historia cultural de San Juan. Dice que su padre Wadi tuvo mucho que ver en eso: cumplió un papel importante en la formación y consolidación del Club Sirio Libanés, asumiendo la presidencia de la entidad en 1949, cuando se llevó a cabo la ampliación del edificio tras el terremoto de 1944.
“Mis inquietudes culturales y sociales vienen por mi padre, quien construyó el nuevo edificio del Sirio Libanes. En ese momento se propuso hacer un palacio donde fuera el ejemplo de la pujanza y de la colectividad árabe de San Juan. Él tenía una gran capacidad de liderazgo y de alguna manera lo heredamos”, cuenta el protagonista en una charla a fondo con Sebastián Saharrea para Paren las Rotativas.
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La familia Fagale llegó a la provincia en el siglo XIX. Los primeros en pisar territorio sanjuanino fueron los hermanos David y Elías Fagale, abuelos de Carlos. Ambos venían desde la ciudad de Sehel y bajo el apodo “los turcos”, se transformaron en referentes de la sociedad sanjuanina. Siendo empresarios, médicos y banqueros, sus descendientes también dejaron su huella en San Juan. En el caso de Carlos, el legado estuvo vinculado a la cultura y la medicina, dos aristas que prácticamente descubrió en la provincia de Córdoba cuando, en medio de la residencia en el Hospital Italiano, empezó a frecuentar los ambientes musicales. Allí nació su idilio con la cultura y la música.
“Tenía una amiga, cuya madre era pianista de la sinfónica de Córdoba, y no sé por qué razón disponía de un palco en el Teatro del Libertador. Así tuve la posibilidad de acceder a un palco y ver a grandes figuras, como Uto Ughi, violinista italiano. También empecé a relacionarme con el ambiente musical de Córdoba y fui invitado al debut de la Camerata Bariloche en el Teatro Colón. Entonces, cuando llegué a San Juan, me llamaron de la Asociación Amigos de la Música para que me sumara dada las relaciones que yo tenía con la otra gente”, revela Fagale sobre sus primeras intervenciones en el ambiente.
Con el correr de los años se fue convirtiendo en un actor protagonista del ámbito musical de San Juan, asistiendo a conciertos y forjando lazos con distintos referentes nacionales: “En ese momento estaba el maestro Kowalski, quien había hecho la orquesta de Cámara de San Juan, la propulsora de la orquesta sinfónica. En ese momento era la mejor orquesta del país y llenaba el auditorio Juan Victoria todos los viernes, con muy pocos recursos. Pero gracias a entusiastas como el maestro Kowalski, fue la base de la sinfónica. No era la época de oro, pero fueron los primeros capítulos de una realidad que estamos viviendo ahora”.
Creo que hice méritos para estar en el lugar que uno está. Creo que hice méritos para estar en el lugar que uno está.
El nacimiento del Mozarteum San Juan, un ícono de la cultura sanjuanina
Carlos Fagale dirigió la primera temporada de la institución cultural, donde se mantuvo al frente a lo largo de 30 años. En 1982, Jeannette Arata de Erize, entonces presidenta del Mozarteum Argentino, lo designó primero como coordinador de la filial sanjuanina y luego, como presidente, trasformando a San Juan en un polo de la música clásica a nivel país.
“En aquel tiempo ya había venido en reiteradas oportunidades Jeannette Arata de Erize, de hecho, su hijo retrató recién terminado al auditorio. Las mejores fotografías que se han hecho en esta sala las hizo Francis de Erize. Ella, junto a la organista de ese momento, tenía la obsesión de que esta sala tenía que ser sede Mozarteum Argentino por su jerarquía. En un panorama desolador para la cultura, que se inaugure una sala de esta magnitud era muy positivo. De hecho, lo más positivo para la cultura argentina se produjo con la inauguración de en esta sala”, dice el entrevistado.
He sido un buen profesional, abrazado a una profesión con bastante pasión. He sido un buen profesional, abrazado a una profesión con bastante pasión.
Sin embargo, en un principio este “monstruo cultural” no cayó del todo bien en la sociedad sanjuanina. Había escepticismo y, según Fagale, se tuvo que luchar durante un largo periodo contra eso: "Me acuerdo que se hizo una reunión de 200 personas que representaban a la cultura del medio y todos decían que no, que no se podía hacer una filial de Mozarteum en San Juan por la situación económica y porque no se pagaban los sueldos. Pero se hizo una cosa más reducida y me invitaron para hacerme cargo y organizar eso. Y me quedé 30 años”.
Entre los grandes hitos presenciados en la sala de conciertos del auditorio, Fagale destaca el espectáculo del compositor y director de orquesta clásico polaco, Krzysztof Penderecki, junto a la Sinfonia Varsovia. “Hemos sido autores de un término que se llama perfección. Haber organizado toda esta infraestructura para que San Juan pueda tener la presencia de una gran orquesta sinfónico europea fue en base al esfuerzo de Mozarteum, la entidad madre, y a nosotros”, expresa.
Carlos Fagale también hizo su aporte a la sociedad sanjuanina como médico radiólogo, profesión que ejerció durante 40 años. Por su consultorio de Avenida Córdoba pasaron casi todos los gobernadores de San Juan.