En los años noventa, el volumen del busto era considerado una forma de llamar la atención, pero esa concepción quedó atrás y actualmente la tendencia es que la forma esté de acuerdo a la estatura y a las medidas torácicas de la paciente. Los implantes mamarios muy grandes no dan una apariencia natural y la desproporción en el área del busto puede generar la sensación de estar con sobrepeso cuando no es así.
Las mujeres hoy prefieren un tamaño más armónico, quieren quedar bien tanto vestidas como desvestidas y no tener un aspecto grotesco que no resulta bello. Una belleza atemporal es un cuerpo armónico: si observamos las pinturas antiguas o esculturas nunca se veía unos bustos desproporcionados como un paradigma de belleza.
Según el doctor el doctor Néstor Vincent, cirujano plástico y director de la clínica Ciencia Estética Quirúrgica, "para elegir el tamaño adecuado, tenemos que tener en cuenta la altura de la paciente, el diámetro torácico, la posición de los pezones, la distancia entre ambas mamas, las características de la piel y las asimetrías preexistentes. Como cuando se confecciona un traje, las mediciones son fundamentales: el implante tiene que adaptarse al cuerpo y no el cuerpo adaptarse al implante.”
¿Podemos saber cómo vamos a quedar?
Según Vincent, "podemos estimar aproximadamente cómo va a ser el resultado de antemano, pero hay que tener en cuenta que no todos los implantes son iguales y no todos los modelos duran lo mismo. Las marcas líderes evidentemente marcan tendencia. Dentro de ellas están los implantes de superficie lisa, que al tener menos capas de contención son más proclives a tener una fatiga de material más temprana, los de superficie texturizada serían de una generación intermedia y las bidimensionales son los que tienen más capas, por lo tanto tardan más en desgastarse. A mi entender, son estos últimos modelos ‒los bidimensionales o anatómicos‒ los que quedan más naturales.”
Complicaciones de las lolas grandes
Por otro lado, los cirujanos están bastante divididos en la cuestión del tamaño. Algunos están cambiando: de volúmenes grandes a volúmenes medianos. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) no recomienda volúmenes mayores a 400 cm cúbicos. Las prótesis chicas son las recomendadas y siempre hay que pensar en el tamaño y la contextura.
En esta línea, la doctora Graciela Aguirre, médica cirujana especializada en cirugía estética y reparadora y directora médica de Laryas, menciona que eso depende de la ética de quien recibe la consulta: "La piel tiene un límite, porque la mama no tiene hueso ni tendón. Si pones más peso en la mama, la misma estará más afectada por el peso de la gravedad. Las mamas grandes caen más rápido y entonces hay más riesgo de tener que volver a operar. Lo he visto en personas jóvenes entre un año o más, que tienen que volver al cirujano. Es importante que los médicos aconsejen bien, si viene una paciente que se quiere poner una prótesis gigante, corresponde que uno la asesore para que conozca las consecuencias de eso.”
(Fuente: http://www.cronicadelnoa.com.ar/)